El Deportivo se mantiene como el equipo más goleador de Segunda con 39 tantos pese a haber perdido gran parte de la eficacia de cara a puerta que derrochó en el primer tercio de la temporada, cuando la pareja de delanteros formada por Quique González y Carlos Fernández lideró una línea ofensiva temible para todos los rivales. Sin el andaluz el ataque blanquiazul asusta menos, sobre todo en los encuentros de Riazor, donde últimamente el Dépor suele indultar a los equipos visitantes. Sigue generando bastantes ocasiones, pero le está faltando pegada para materializarlas. En busca de una mayor eficacia Natxo González dedicó buena parte del entrenamiento de ayer en Abegondo a ensayar nuevas movilidades ofensivas para intentar sorprender a la Unión Deportiva Las Palmas con ataques rápidos, no demasiado elaborados, incluso recurriendo a los balones en largo desde los laterales para tratar de ganarle la espalda a la defensa canaria.

El técnico explora nuevas vías para crear peligro con un ritmo alto de balón y mucho dinamismo no solo de los hombres de ataque, tres como en las últimas jornadas, sino también de los centrocampistas para que se incorporen con convicción a las posiciones de remate. El objetivo: generar lo más rápido posible situaciones de gol para finalizar cuanto antes los ataques.

Es la receta de Natxo para recuperar la contundencia en el área rival que caracterizó al Deportivo durante buena parte de la campaña. Últimamente, le está costando más concretar con éxito sus ocasiones, especialmente cuando actúa como local. Ante el Tenerife se quedó sin marcar pese a contabilizar once remates; luego contra el Nàstic solo hizo una diana tras quince intentos; y el pasado lunes anotó dos frente al Alcorcón, uno de ellos de penalti, en un duelo en el que el Dépor conectó nada más y nada menos que 20 disparos. En total, acumula 46 remates en los últimos tres partidos en casa. Muchos intentos, y solo tres con el premio del gol.

El arranque, clave

Natxo no quiere que se repita mañana ante Las Palmas el mal arranque de partido que penalizó a su equipo el lunes ante el AlcorcónAlcorcón. Los de Cristóbal Parralo lograron adelantarse de penalti muy pronto, en el minuto 12, una situación inesperada que obligó al Dépor a tener que ir a remolque. "La entrada en el partido ha sido mala -lamentó el técnico blanquiazul a la conclusión del choque-. No queríamos eso. Hemos estado muy mal. No finalizábamos jugadas e individualmente en ese primer tramo estuvimos mal y ellos cogieron el control". El vitoriano considera más que nunca un factor clave entrar en el partido muy metidos desde el inicio y con la tensión competitiva al máximo desde el pitido inicial. Se lo exige a sus futbolistas para tener más posibilidades de derrotar a Las Palmas y romper la mala racha de resultados en Riazor.