Riazor como nuevo punto de partida. Sergio Araujo, si Pepe Mel lleva al terreno de juego de la casa del Deportivo lo que ensayó durante sus primeros entrenamientos como nuevo técnico de la UD Las Palmas, volverá a tener una nueva oportunidad para intentar reconducir una temporada particular que, como la de tantos otros futbolistas, está resultando ser un fiasco.

Tres goles en 18 partidos demuestran que los números del Chino Araujo no son los que se esperaban de él cuando el verano pasado tanto el propio jugador como el club decidieron que lo mejor para todos era que se quedara en el equipo amarillo. Relegado al banquillo por Paco Herrera después del parón navideño por su bajo rendimiento ante los continuos rumores de una posible salida suya al fútbol chino, ahora pretende dar un giro radical a su situación.

Mel contempla, según lo que ha planteado en sus tres primeros días al frente de la nave amarilla, jugar con dos delanterosMel en un sistema de juego 4-4-2. Toda vez que Rubén Castro es indiscutible para el técnico, con el que el exdeportivista suma 121 goles y dos ascensos a Primera, y que Rafa Mir no puede jugar porque está sancionado por acumulación de amonestaciones, la apuesta por Araujo para acompañar al 7 se antoja inevitable.

Mel insistió en que el Chino debe estar en constante movimiento y, cuando descargue hacia atrás o a alguna de la bandas, tiene que llegar al área en busca de un posible remate. Así lo hizo en una de las jugadas de la pachanga y el entrenador, pese a que el delantero no llegó a golpear el balón de lleno, le felicitó por la acción.

Araujo ya tuvo una reválida hace dos jornadas en Alcorcón, donde volvió a ser titular después de cinco suplencias en 2019, y no dio la talla: estuvo prácticamente desapercibido y encima vio una cartulina amarilla innecesaria que le impidió participar el domingo pasado frente al Extremadura.

Siete días después, en Riazor, donde ya marcó dos goles en abril de 2016 en la que fue la cuarta victoria consecutiva fuera de casa de la UD de Quique Setién, tendrá una nueva oportunidad de desquitarse y superar una horrible racha que le ha dejado sin ver portería en la últimas nueve jornadas.

Su último tanto lo consiguió en el derbi frente al Tenerife el pasado 16 de diciembre. Antes, solo había anotado un tanto ante el Granada y otro contra el Numancia, un bagaje pobre para uno de los jugadores con más valor de la plantilla.