Riazor ya no es lo que era. Hace tiempo que dejó de ser aquel fortín del primer tercio de temporada. Después de tres empates seguidos en casa llegó la primera derrota como local del Deportivo, nublado en ataque ante una UD Las Palmas que supo esperar su momento para golpear con el gol de Aythami tras la expulsión de Edu Expósito. Fue otro partido gris del equipo coruñés, perdido en campo contrario y muy plano. Le cuesta un mundo generar ocasiones y así es difícil, casi imposible, encontrar la velocidad de crucero imprescindible para caminar con aplomo hacia el ascenso. Se queda a siete puntos del Granada y a ocho de Osasuna si hoy gana en Málaga. Una brecha grande. Enorme.

La revolución que insinuó Natxo durante la semana se quedó a medias. Ensayó con hasta cinco cambios con respecto al partido contra el Alcorcón y finalmente las novedades fueron tres: Bóveda, Vicente y Pedro Sánchez, por David Simón, Álex y Cartabia. Venía el Dépor de un bache prolongado en casa y el entrenador optó por nuevas soluciones en busca de una reacción imprescindible para seguir en el vagón de cabeza por las dos primeras plazas.

En teoría era un once para tener mucho fútbol por dentro, con tres centrocampistas dotados para combinar y asociarse con precisión: Mosquera, Vicente y Edu Expósito, el mejor futbolista del Dépor en los últimos dos meses de competición. El exfabrilista necesitaba socios a su alrededor para mejorar el nivel creativo del equipo. Gente como Vicente, que afrontaba una cita especial ante su exequipo con el objetivo de recuperar el nivel notable que ofreció a principios de temporada. Sin embargo, el Deportivo abusó de los balones en largo y las pocas veces que intentó triangular se lo impidieron las continuas faltas de Las Palmas. Ninguna amarilla para los canarios en la primera parte pese a su reiteración a la hora de cortar una y otra vez el juego.

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El Dépor cae ante Las Palmas en Riazor

Empezó mejor el equipo de Mel gracias, sobre todo, a la movilidad de Araujo, que tardó solo 13 segundos en firmar el primer disparo entre los tres palos. El Dépor respondió a balón parado, la especialidad de Pedro Sánchez. Con su guante sirvió un caramelo en el corazón del área a Domingos, al que le faltó convicción en su cabezazo. Fue la más clara de los blanquiazules en una primera parte en la que les volvió a faltar fútbol de tres cuartos de campo en adelante. Nadie fue capaz de desequilibrar. Tampoco Nahuel pese a sus continuos intentos de encarar, casi siempre sin éxito. El hispanoargentino y Pedro fueron los mejores del Dépor en una primera mitad en la que el conjunto de Natxo fue de menos a más, hasta acabar jugando permanentemente en campo contrario. Control absoluto, pero sin ocasiones.

Las Palmas supo apagar la creatividad del Deportivo, que exploró caminos rápidos y directos para aproximarse al área rival, sobre todo con balonazos a la espalda de la defensa. Así llegó otra ocasión relativamente clara, con un pelotazo de Dani Giménez que Quique peinó para dejar con ventaja a Pedro. La acción la terminó Expósito con un disparo duro pero desviado desde fuera del área. Cumplida la primera hora de juego, Las Palmas estaba cada vez más encerrada pero el Dépor no acababa de encontrar el camino del gol para poner el partido de cara.

Los dos se jugaban mucho, aunque la mayor obligación de vencer la tenía el equipo coruñés. Por competir en casa y, sobre todo, porque el Granada sacó adelante su partido y era necesario hacer lo mismo para no perder más comba con respecto a las primeras posiciones. Además, el Dépor venía de tres empates seguidos en su estadio, demasiado tiempo sin ganar como local. Urgía romper esa secuencia de resultados en Riazor e, irremediablemente, hubo muchas imprecisiones producto de la ansiedad. Por ejemplo, de Mosquera, que poco a poco se fue entonando con el paso de los minutos.

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El Dépor cae ante Las Palmas en Riazor

Tras la reanudación, más de lo mismo, o incluso peor. El Dépor siguió llevando el peso del partido pero sin apenas crear ocasiones ante un rival bastante cómodo cediendo el control. Defendieron con orden los canarios, sin renunciar a estirarse con llegadas aisladas, como las que culminaron Rubén Castro con un cabezazo arriba y Álvaro Lemos con un inocente disparo a las manos de Dani.

Había que cambiar algo, bastante, para amarrar los tres puntos y Natxo puso en juego la carta de Cartabia para los veinte minutos finales. Acto seguido entró Borja Valle. Nuevas alas en busca de un despegue ofensivo que no llegó, ni siquiera con la baza de Christian. Esta vez no hubo ni arreón final. Lo impidió la expulsión de Edu Expósito en el 83. Las Palmas se lo creyó y tres minutos después aprovechó su superioridad numérica para llevarse los tres puntos gracias al gol de Aythami ante un Dépor perdido en Riazor, donde volverá a competir dentro de dos semanas frente al Almería. Antes, el parón por la visita frustada a Reus. Mucho tiempo para reflexionar, esperar por Carlos Fernández y buscar soluciones. Urgen.