Eneko Bóveda admitió ayer la preocupación existente en el equipo después de los últimos resultados, especialmente tras la derrota el domingo ante la Unión Deportiva Las Palmas en el estadio de Riazor. Fue el primer partido perdido de los deportivistas en su estadio esta temporada y llega después de tres empates consecutivos como locales, pero el defensa lanzó un mensaje de tranquilidad en medio de las dudas que rodean al equipo.

"Tampoco estamos lejísimos de donde queremos estar. No quiero ser conformista, pero sí cauto. Sigo creyendo que los puestos cabeceros están a nuestro alcance", afirmó el lateral derecho, titular el domingo contra Las Palmas.

Bóveda reconoció que para alcanzar el objetivo del ascenso es necesario "ganar muchos partidos" y que cada tropiezo les "aleja" del regreso a Primera División. "Eso nos preocupa y sobre todo nos ocupa a la hora de analizarlo y darle una vuelta", reflexionó el lateral derecho.

A pesar de la derrota del domingo, el defensa puntualizó que en ningún momento se vieron superados. "Se vio el nivel de Las Palmas, que es alto y parecido al nuestro. Las cosas no les han salido bien, pero antes de empezar el año, miras la plantilla y somos dos plantillas potentes, parejas y el partido salió así. No estamos contentos con el partido, pero no vi al equipo bloqueado ni que le pasara por encima una apisonadora", argumentó.

Bóveda también expresó su confianza en el entrenador, Natxo González, y en la posibilidad de lograr el ascenso. "Tenemos claro quién es el jefe", zanjó.