Vuelve el trabajo táctico a Abegondo después de una semana, la pasada, de jornadas más distendidas orientadas a elevar los niveles de autoestima y recuperar anímicamente a una plantilla cabizbaja por los últimos malos resultados. Tras ese paréntesis competitivo por el desplazamiento frustrado a Reus, el Deportivo regresó ayer a los entrenamientos con toda la atención focalizada en preparar de la mejor manera posible el encuentro del viernes en Riazor (21.00 horas) frente al Almería, un rival valiente que suele apretar muy arriba para dificultar el inicio de los ataques. En busca de una salida limpia de balón, Natxo González dedicó buena parte de la sesión de ayer a ensayar movilidades para facilitar la conexión con los atacantes partiendo desde posiciones retrasadas. De hecho, fueron los porteros „primero Adrián Ortolá y luego Dani Giménez„ los encargados de iniciar las jugadas.

En un momento de la temporada de especial atasco creativo, el técnico vitoriano rearma al Dépor desde atrás en busca de una mayor fluidez a la hora de combinar. Sobre todo, quiere que sus jugadores sepan elegir la mejor opción para deshacer la igualdad numérica que el rival genera en ciertas zonas con esa presión tan adelantada. El objetivo final es encontrar líneas de pase, en corto y en largo, para progresar con el balón y aprovechar los espacios libres en campo contrario.

Además de no poder contar con los que están lesionados, para el viernes Natxo también tiene las bajas por sanción de Diego Caballo y Edu Expósito. El centrocampista catalán es el futbolista más en forma del Dépor en los últimos dos meses de competición, el más lúcido a la hora de construir fútbol. El técnico tiene varias opciones para recomponer el once. Entre ellas, Pedro Sánchez, quien reapareció frente a Las Palmas partiendo desde la banda y ante el Almería podría repetir desde el inicio, esta vez como mediapunta en un sistema 4-2-3-1.

El alicantino es uno de los candidatos, pero Natxo dispone de otras posibles soluciones. Aún tiene por delante tres sesiones de entrenamiento previas al encuentro frente al Almería, tiempo suficiente para comprobar estados de forma y definir el once que presentará el viernes en Riazor frente a un rival que solo perdió dos de sus últimos dieciséis encuentros de Liga, frente a Osasuna (0-1) y Sporting de Gijón (1-0).