El mes de marzo estaba llamado a ser el del despegue del Deportivo en la clasificación. Tres partidos en casa, más la victoria garantizada del partido suspendido contra el Reus, suponían la oportunidad perfecta para asomarse de manera definitiva a unas posiciones de privilegio que el equipo blanquiazul tan solo había pisado de manera efímera. Tres jornadas tan solo ha estado en los puestos de ascenso directo, que ahora ve todavía a más distancia que antes de recibir al Alcorcón en el que fue el primero de esos compromisos consecutivos en Riazor.

Antes de recibir a los madrileños estaba a dos puntos y ahora, a falta de que el Granada dispute su partido esta jornada, se encuentra a cuatro. El liderato lo tenía a tres y actualmente son siete los que lo separan de la cabeza. Pudo haber sido peor, porque la derrota de Osasuna en Tenerife le ha dado algo de valor a otro empate decepcionante de un Deportivo que encadena cinco partidos consecutivos sin ganar en su estadio.

Onces puntos ha dejado escapar en Riazor en el último mes y medio el conjunto de Natxo González. Cuatro igualadas y una derrota que dejan en una posición delicada a los blanquiazules, perdidos en su juego y desorientados en la clasificación.

Ya no es solo que el Deportivo haya cedido distancia con los puestos de privilegio, sino que ahora ve como lo acechan aquellos equipos que aspiran a colarse en el play off.El Cádiz arranca la jornada séptimo a cinco puntos y un partido por jugar. El Oviedo es octavo a seis, también con su encuentro por disputar y la baza de que los blanquiazules visitarán el Tartiere la semana que viene.

La deriva de este mes de marzo es desilusionante para el Deportivo, al que podría nublar la ocasión en el descuento de Domingos para ganar el encuentro, pero que se volvió a mostrar incapaz a partir de su juego. El planteamiento con doble pivote volvió a naufragar, con momentos de debilidad defensiva muy evidentes todo el partido.