Pulir detalles en el campo y refrescar la mente. El psicólogo Martí asume ambicioso a la par que consciente de la dificultad su primer partido como entrenador del Dépor. "Tenemos muchas posibilidades de ganar en Pamplona", aseveró el técnico que apostó por "no dar pistas" a Arrasate y a un Osasuna que supone una complicada primera piedra de toque: "Para ganar tenemos que hacerlo todo bien. Es un rival potente, vertical, rápido, desequilibrante y muy difícil de batir, pero tenemos que ser ambiciosos y valientes. La mentalidad es la de ir a ganar el partido. Tenemos el reto de vencer al líder en su casa y de estar al nivel de esta plantilla".

Todo forma parte de un profundo trabajo mental que el entrenador está realizando estos días y que busca recuperar la autoestima para que salga a relucir el valor del grupo y lleguen las victorias. "A los jugadores les transmito lo buenos que son y que lo van a demostrar. Tienen todo nuestro apoyo. Ha sido poco tiempo para trabajar con ellos, pero me he encontrado una gran predisposición en el grupo. Los futbolistas necesitan sentirse con confianza y protagonistas", razonó.

El nuevo técnico huyó de encorsetarse en un dibujo y aludió más a realizar los movimientos de manera correcta en el campo que a apostar por un esquema. Juntar líneas, pero no perder la esencia de una plantilla configurada con una clara intencionalidad: "Es importante que sepan cómo finalizar, cómo moverse, qué va a hacer el que tienen al lado más que el dibujo. Hay que estar unidos, ordenados y juntos, pero siendo protagonistas con el balón porque el equipo está diseñado para eso. Debemos contrarrestar a Osasuna siendo pausados con la pelota, pero buscando la portería".

Esperando a Carlos

"Ojalá Carlos pueda ayudarnos la semana que viene". No está en la citación pero su nombre sobrevoló la comparecencia de Martí. El técnico aseguró que no es "de lamentarse por los que no están", pero no pudo negar el peso del sevillano en este Dépor. "En 42 partidos los necesitas a todos, pero él es un jugador importantísimo". Otra de las ausencias fue Saúl, aunque por razones técnicas. Se abrió una puerta para el cántabro con un entrenador que confió en él en su etapa en Tenerife. Ni así. Vuelve a ser tercera opción. "Solo puedo llevar a 18, se lo merecen todos y bendito problema es elegir", concluyó. Unos salen y otros entran. El beneficiado es Dubarbier, que desapareció de los planes de Natxo tras la lesión en Zaragoza y ahora regresa: "Está integrado en el grupo. Su condición es buena y su ritmo es interesantísimo".