El olfato goleador que Quique González mostró en Pamplona, donde anotó su decimoquinto tanto de la temporada en su única ocasión clara, fue de lo poco rescatable del Deportivo en El SadarDeportivo El Sadar, al margen de una primera media hora esperanzadora que no tuvo continuidad tras las dos dianas del osasunista Rubén García. Al equipo coruñés le volvió a costar mucho generar oportunidades y, sobre todo, acabarlas. Solo dos disparos entre los tres palos, el tempranero zapatazo de Christian a los diez segundos, más el gol. Un escaso bagaje ofensivo para un equipo que últimamente depende demasiado del acierto de su máximo artillero. De hecho, nadie más que Quique ha anotado en el Dépor en los últimos dos meses de competición, desde que Edu Expósito firmara el único gol local en Riazor frente al Nàstic de Tarragona (1-1). Era el 16 de febrero y en las siete siguientes jornadas el conjunto blanquiazul solo fue capaz de celebrar cuatro tantos, todos con el sello de Quique: dos al Alcorcón en casa, uno al Oviedo en el Carlos Tartiere y el del pasado sábado ante Osasuna en El Sadar.

El Deportivo echa de menos la aportación anotadora de los demás futbolistas ofensivos, en especial la de Carlos Fernández, cuya prolongada baja por sus recurrentes problemas musculares ha dejado al equipo sin gran parte de la pegada que le caracterizó durante los primeros meses de competición, sobre todo en los partidos de Riazor. El último gol del andaluz fue, precisamente, ante Osasuna, el 24 de noviembre de 2018 en Riazor, donde rubricó el primero de los dos tantos con los que el Dépor superó al conjunto rojillo (2-0). Era su séptimo tanto de la temporada y, tras aquel acierto en la decimoquinta jornada, no volvió a ver puerta. Por culpa de las lesiones solo participó en seis encuentros más desde entonces, cuatro de ellos como titular, el último hace dos jornadas frente al Rayo Majadahonda. El sevillano sufrió un pinchazo muscular durante la semana previa a la visita a Pamplona y volvió a ser baja, sin que el club hiciera público ningún parte médico. De momento, sigue con su plan de readaptación al margen del grupo.

Sus compañeros lo echan de menos, igual que a la mejor versión de Borja Valle. El berciano empezó la temporada a buen nivel pese a que también pasó por la enfermería y, tras cumplir cuatro partidos de sanción por su expulsión en Córdoba, regresó con fuerza aportando desequilibrio y también goles. Lleva cinco, el último el 20 de enero frente al Albacete. En los once siguientes encuentros en los que participó no fue capaz de anotar.

También frente al conjunto manchego festejó su último tanto Fede Cartabia, cuya aportación hasta el momento está siendo muy discreta. Lastrado igualmente por sus continuos problemas físicos, no ha sido capaz de marcar las diferencias en una categoría en la que estaba llamado a ser un futbolista desequilibrante, de los más decisivos no solo en el Dépor sino en toda la Segunda División. Solo dos tantos lleva el argentino, los mismos que Christian Santos, sin apenas oportunidades hasta la llegada de José Luis Martí. El sábado lo utilizó desde el inicio en su debut en el banquillo del Deportivo, apostando por jugar con dos delanteros a la vez en busca de más pólvora de cara a la portería rival. Sin embargo, en Pamplona solo mojó Quique, que poco a poco se ha ido quedando solo para el gol.

A UN TANTO DE SU RÉCORD PERSONAL

Con sus 15 dianas, el pucelano empata con Enric Gallego, ahora en Primera con el Huesca, como máximo anotador de la categoría. Está a un solo tanto de igualar los 16 que logró con el Almería en la campaña 2016-17, su mejor marca anotadora en Segunda.