Hacía casi siete meses que el Deportivo no se veía fuera de las seis primeras posiciones de la clasificación, pero esta semana la deriva que arrastra desde comienzos de año lo ha acabado expulsando de la zona de privilegio. Los malos resultados que acumula el equipo le han dejado fuera de los puestos de play off debido al pobre rendimiento desde que arrancó la segunda vuelta del campeonato

En los 13 partidos disputados hasta la fecha de esa segunda mitad del calendario, el Deportivo solo ha sido capaz de sumar 18 puntos. La cifra contrasta con los 26 que logró en los mismos compromisos en la primera vuelta. El registro está por debajo del resto de aspirantes al ascenso y muy alejado de los 32 que ha logrado Osasuna, líder destacado de la categoría y prácticamente con un pie en Primera División.

Esa puntuación, sin embargo, no es la peor de entre los equipos que se han mantenido de manera regular en la parte alta de la clasificación. El Málaga ha conseguido incluso menos (16), pero todavía conserva su puesto de play off.

La discreta segunda vuelta deportivista no está muy alejada de los números de otros aspirantes a pelear por una plaza en Primera División. El Granada ha sumado tres más (21) y el Albacete cuatro (22). Ha sido el bajón experimentado por el Deportivo lo que le ha impedido mantenerse en esa zona de privilegio e incluso destacarse como ha hecho Osasuna.

El balance del conjunto blanquiazul en los trece partidos de la segunda vuelta es de cuatro victorias, seis empates y tres derrotas, insuficiente para aspirar al ascenso directo tal y como se propuso a comienzos del mes de marzo, cuando el calendario le brindaba la posibilidad de disputar tres partidos de manera consecutiva en Riazor.

Antes de ese tramo de encuentros, sin embargo, el equipo por entonces dirigido por Natxo González ya daba síntomas de retroceso en cuanto a su rendimiento. El técnico decidió aparcar el esquema con el rombo en el centro del campo para utilizar otro tipo de planteamientos dado que esa propuesta ofrecía signos de agotamiento. Los resultados llegaron a domicilio, la asignatura pendiente en la primera vuelta, pero el equipo se estancó como local.

En esta segunda vuelta la grada de Riazor solo ha visto una victoria. Fue ante el Albacete en el primer partido del segundo tramo del campeonato y desde entonces solo se han registrado tropiezos. Se empató contra Tenerife, Nàstic, Alcorcón y Almería y se perdió contra Las Palmas y Rayo Majadahonda.

Buena parte del paso atrás del equipo en la clasificación tiene su origen en su hundimiento como local. El ejemplo contrario es el de Osasuna, último rival de los blanquiazules. El conjunto navarro solo ha cedido dos empates en su estadio y ha cimentado su primera posición en la tabla a través de su rendimiento en El Sadar.

Eso precisamente es lo que le ha faltado a un Deportivo al que fuera de casa no le ha ido tan mal en la segunda vuelta. La única derrota llegó el sábado pasado contra Osasuna después de ganar en Gijón y Granada y empatar en Málaga y Oviedo.

La meta del equipo ahora está en enderezar el rumbo y abrochar al menos una de las cuatro posiciones de play off. El ascenso directo parece lejano a falta de ocho jornadas en las que el conjunto deportivista se enfrentará a algunos de los aspirantes.