Riazor, baluarte del Deportivo en una primera vuelta en la que tan solo cedió tres empates ante sus aficionados, se ha convertido en los últimos meses en una especie de martirio para el conjunto blanquiazul. Al Extremadura lo recibirá el domingo después de encadenar seis partidos consecutivos como local sin ninguna victoria. La racha le ha costado un puesto en las posiciones de play off y convertirse en el tercer peor equipo de la categoría en su casa en lo que va de segunda vuelta.

Después de un triunfo, cuatro empates y dos derrotas, el Deportivo ha sumado siete puntos en su estadio tras el ecuador de la competición. Solo Córdoba (4) y Las Palmas (5) empeoran el registro de los blanquiazules. El Málaga calca los números de los coruñeses, que ante el Extremadura buscarán poner punto y final a una racha inédita para el club en Segunda División.

Para encontrar un registro peor hay que remontarse hasta la temporada 1987-88, cuando los deportivistas estuvieron un total de ocho partidos seguidos sin ganar ante sus aficionados.

La actual ya representa la segunda peor racha blanquiazul en la categoría tras superar los cinco encuentros que el equipo se pasó en el curso 1988-89 sin catar una victoria en Riazor.

Esos números de los deportivistas contrastan con los del resto de aspirantes al ascenso, especialmente con los de Osasuna en esta segunda vuelta. Los navarros han ganado los siete partidos que han disputado en su estadio tras el ecuador del calendario. Ha sido esa fortaleza como locales lo que les ha permitido destacarse en la clasificación por delante del resto de favoritos.

Otros conjuntos como el Albacete (12 puntos), el Granada (13) o el Mallorca (16) han cumplido como locales en esta segunda vuelta, igual que equipos pujantes como el Sporting (12), el Oviedo (12) o el Almería (12).

En ese contexto, el Deportivo, ya bajo la batuta de José Luis Martí, busca recuperar la fortaleza como local que lo caracterizó en el primer tramo de la temporada y también congratularse con unos aficionados a los que tan solo ha proporcionado sinsabores en los últimos meses de competición. "Nos motiva jugar en casa", aseguró ayer Pedro Mosquera. "Los aficionados siempre nos ayudan, están con nosotros. Es el momento de darles nosotros mucho dentro del campo para que ellos estén orgullosos de su equipo. Este fin de semana sí o sí va a ser este partido", añadió el capitán deportivista.