Las oportunidades se le agotan al Deportivo. Hace tiempo que se le acabó el margen. Recibe al modesto Extremadura (16.00 horas) con la obligación de volver a ganar tras ocho partidos seguidos sin conocer el triunfo. Mucho tiempo sin vencer para un candidato al ascenso como el equipo coruñés, deprimido por su cuesta abajo permanente de los últimos dos meses. Todo lo contrario que el conjunto azulgrana, también en apuros pero renacido desde la llegada al banquillo del coruñés Manu Mosquera. Viene de ganar en La Rosaleda, de donde regresó a Almendralejo con tres puntos y también con el convencimiento de poder vencer en cualquier campo. También en Riazor, al que ya no le queda nada de aquel fortín donde el Dépor aplastó a casi todos sus rivales cuando empezó la temporada. Ahora, en cambio, le han perdido el respeto. Sobre todo los teóricamente inferiores, como el de esta tarde.

Para tumbar al Extremadura al equipo coruñés le hará falta más de media hora decente. No le llegó en Pamplona, y hoy, tampoco le servirá. Contra Osasuna tuvo una puesta en escena notable, con un arranque en el que derrochó valentía, pero tras los dos goles rojillos el equipo coruñés se diluyó. Hoy deberá competir los 90 minutos, atacar con insistencia, acabar las jugadas y, sobre todo, saber controlar la ansiedad por volver a ganar después de tanto tiempo sin hacerlo. Sin perder la paciencia ni los nervios, se ponga como se ponga el partido. Solo así llegará ese ansiado triunfo, el que quieren José Luis Martí y sus hombres para marcar un punto de inflexión en la trayectoria y, de paso, brindarle a la afición algo que celebrar después de tantas y tantas semanas de decepciones, una detrás de otra.

Al Dépor le urge vencer para no descarrilar definitivamente y subirse al último tren a la esperanza, el del play off, la única vía abierta que le queda para aspirar al ascenso. Para conseguirlo Martí presentará un once parecido al de su estreno en el campo del líder. Recupera a Fede Cartabia. No así a Carlos Fernández, que aplazó su reaparición hasta la visita del viernes a Soria. Manu Mosquera, por su parte, repite convocatoria con respecto a la del triunfo en Málaga. Se juega la vida: la salvación. Lo mismo que el Dépor: un ascenso vital.