Cuando no hay una explicación clara de por qué ocurren las cosas, tanto antes en lo malo como ahora en estos dos partidos ganados, se habla mucho de las dinámicas y seguramente algo de ello tiene que haber. Era inexplicable la situación tan negativa que culminó con la derrota en Riazor contra el Extremadura. Esperemos que esta dinámica positiva que ahora empieza llegue hasta el final.

Espero que una vez recuperado el estado mental de confianza de todos los jugadores, o por lo menos de la gran mayoría, el Dépor pueda acabar consiguiendo el ascenso. Lo que pasa es que va a tener que ser por el camino más largo, el del play off.

Cada vez que el equipo se pone a jugar al fútbol demuestra que tiene capacidad para hacerlo. Me quedo con la sensación de los 20 o 25 minutos finales del primer tiempo en Zaragoza, cuando el equipo tuvo la pelota y fue superior al rival, dando sensación de que podía llegar arriba y crear ocasiones. Es una buena noticia haber recuperado la solidez defensiva, algo que el Dépor sí tuvo en la primera vuelta. Últimamente se había perdido y nos hacían gol de todas las formas posibles. En La Romareda dejamos la portería a cero con un Dani Giménez muy destacado.

Arriba, en la fase ofensiva, el Dépor tiene más calidad que la mayoría, aunque supongo que eso lo pensarán también en Granada o en Málaga. Ahora para seguir creciendo lo único que interesa son los puntos, ir recuperando confianza y que Carlos Fernández no se lesione, porque es un futbolista diferencial.

El partido del próximo domingo contra el Cádiz va a ser clave. Todos recordamos al Dépor del primer tercio del campeonato, cuando en Riazor sus números eran fenomenales y fuera de casa tenía que mejorar. Ahora, en cambio, mantiene el tipo a domicilio, pero tiene que recuperar la buena senda como local. Teniendo en cuenta los rivales que tienen que visitar A Coruña, sobre todo Cádiz y Mallorca, está claro que el Deportivo tiene que volver a hacerse fuerte en Riazor.