Mauro Silva rechazó la posibilidad de encabezar una candidatura para concurrir a la creación de un nuevo consejo de administración del Deportivo la próxima Junta Extraordinaria de Accionistas del 28 de mayo. El excentrocampista deportivista y exinternacional con Brasil respondió a la propuesta que a título personal le hizo Ignacio Rivera, con una carta publicada en sus redes sociales. En este escrito, Mauro que explica las causas del rechazo, que argumenta en sus "obligaciones" como "vicepresidente de la Federación Paulista de Fútbol" cargo en el que se ha comprometido "hasta el final" en 2022, según explica en su escrito.

"Cumplir mis compromisos es algo que ha marcado mi vida", asevera Mauro, que recuerda su comportamiento con el Deportivo durante su etapa de trece temporadas con la camiseta blanquiazul. "No hará falta recordar que así fue cuando en mi etapa de jugador no atendí propuestas de clubes de mayor potencial económico que el nuestro, y cumplí mis contratos con el Deportivo. Y creo que esa misma responsabilidad y el compromiso con la palabra dada deben guiar ahora mi decisión", justifica el excentrocampista para explicar a los numerosos aficionados blanquiazules la razón de su negativa, conocedor, también, que la posibilidad de que formase una candidatura generó un importante halo e ilusión entre el deportivismo.

Este argumento, el de Mauro, es el que también utiliza el consejero delegado de Estrella Galicia, Ignacio Rivera, la persona que trasladó al brasileño la idea de que configurase una candidatura, para explicar el no del exfutbolista blanquiazul. "No ha podido ser, pues debido a los plazos insuficientes que manejamos, las filtraciones y la presión social que ha generado este asunto, Mauro no ha podido solventar sus importantes compromisos y obligaciones en Brasil", expone el máximo responsable de la firma cervecera coruñesa.

Se siente halagado Mauro y agradece que "algunos accionistas y amigos, como Ignacio Rivera" haya pensado en él para convertirse en el nuevo presidente de la entidad deportivista, todas ellas "personas competentes" que desean que el club coruñés ocupe de nuevo "su espacio de gloria en el fútbol español". Por eso agradece que hayan pensado en él para que se presentase a la "presidencia de nuestro club", escribe, "algo que denota afecto y reconocimiento a mi persona". Sin embargo, a pesar del interés de este grupo de accionistas, el tetracampeón del Mundo con Brasil se ve en la necesidad de desestimar la propuesta.

La relación con Mauro Silva y la trascendencia que tiene en el deportivista el exfutbolista brasileño empujaron a Rivera a animarlo a que presentase una candidatura, aunque el empresario coruñés admite que esta no es una conversación nueva, pues "hace cuatro años" compartió sus reflexiones con el exinternacional, que hablan e la necesidad de que el fútbol actual "requiere de una gestión profesionalizada". Bajo estas premisas y dada la renuncia el consejo de administración que preside Tino Fernández, Rivera aprovechó "un viaje a Brasil" para "animar" a Mauro a presentar una candidatura, una pretensión que resultó fallida.

Además, Ignacio Rivera, aclaró en su escrito que "en ningún momento" fue su intención "presentar candidatura alguna" con él como cabeza visible, pro tampoco presentarse "formando parte de ninguna (candidatura posible" porque no podría "dedicarle el tiempo que esta responsabilidad demandaría", ya que sus actuales "proyectos profesionales harían inviable conciliar ambas responsabilidades".

Cuestión compromiso que no prioridades en sí, lo mismo que le sucede a Mauro, que reconoce que su "gratitud" a todas las personas que confiaron en él y manifiesta su "seguridad de que encontrarán a otra persona con un perfil más adecuado" que el suyo para "ocupar la presidencia del Deportivo", cargo que supone una "responsabilidad enorme que no podría atender sin faltar a mi compromiso con la federación Paulista de Fútbol", razona el excentrocampista en su escrito al deportivismo. Además, recuerda que asumió otros compromisos desde que regresó a su país, "hace 14 años", ya que está vinculado a la "Secretaría de Deportes del Estado de São Paulo y el Plenario de la Autoridad Pública del Fútbol del Ministerio de Deportes de Brasil, entidades de las que soy miembro", añade.

Mauro Silva llegó al Deportivo en la temporada 1992-93 y aterrizó en Riazor mientras el cuadro blanquiazul disputaba la ida de las semifinales de la Copa del Rey frente al Atlético de Madrid, en junio de 1992. El equipo coruñés tenía que disputar la vuelta en el Vicente Calderón pero también estaba pendiente de la promoción contra el Betis. Del resultado de aquellos dos partidos dependía que el internacional brasileño se comprometiese con la entidad deportivista. El conjunto dirigido por Arsenio Iglesias tuvo que entregar las semifinales de la Copa del Rey a cambio de centrarse en una promoción que le garantizó la continuidad entre la elite del fútbol español y el inicio de la conquista de los mayores logros deportivos de su historia.

La negativa de Mauro Silva reactiva otro tipo de movimientos de un grupo de accionistas, de los considerados medianos-grandes, que parecen interesados en encontrar a alguien que esté dispuesto a encabezar una candidatura. De confirmarse estos movimientos, como sucedió con el realizado en torno a Mauro Silva, significa que ese grupo de socios que controlan un importante número de títulos no tienen claro todavía a quien apoyar en la Junta Extraordinaria del próximo día 28. Hasta la fecha hay tres candidatos que anunciaron públicamente su intención de convertirse en presidente del club coruñés, Jesus Martínez Loira fue el primero en hacerlo; Paco Zas fue el segundo y anunció que el próximo lunes se presentará en sociedad; el tercero es Manuel López Cascallar, que ayer expuso su proyecto de forma pública. Los dos últimos, Zas y Cascallar, ya se postularon en la Junta extraordinario de enero de 2014 cuando Tino Fernández salió elegido presidente. Y de ellos solo Cascallar llegó hasta el final.