Un aliento más, nunca sobran. Medio centenar de alumnos del CEIP Wenceslao Fernández Flórez compartieron la mañana de ayer con las deportivistas Érika y Kika, dos de las futbolistas del Dépor Abanca, con la idea de conocer Riazor a fondo y de darle un último empujón a las chicas de Manu Sánchez antes de la cita decisiva de este domingo ante el Femarguín en Gran Canaria. Todo gracias a Os Nosos Valores-Escolas 110% Branquiazuis, un proyecto de LA OPINIÓN y la Fundación Real Club Deportivo, en colaboración con Vegalsa-Eroski, que busca que los niños de Sexto de Primaria de A Coruña y su comarca conozcan al Dépor por dentro. Lo que es y lo ha sido, lo que es capaz de generar en su afición y en su ciudad. Una visión global en una mañana que mezcla diversión y aprendizaje.
Antes de la charla sobre historia del Dépor, la foto final de grupo junto al césped del estadio y ese interrogatorio que le hicieron a Érika y Kika, los alumnos de este colegio coruñés, situado cerca de la estación de San Cristobal, pudieron conocer todos los rincones de Riazor: los vestuarios, los banquillos, el palco, el túnel que da acceso al terreno de juego, la zona mixta... El coliseo coruñés apareció ante ellos diferente sin todo el alboroto que se genera en un día de partido. Lo saborearon en tranquilidad, ahora les queda vivirlo en pleno éxtasis. Antes de acabar la liga, disfrutarán de un encuentro de liga del primer equipo masculino en Riazor, invitados por el club coruñés para redondear así la experiencia.
Os Nosos Valores-Escolas 110% Branquiazuis vive los últimos días de su segundo año. La próxima semana baja el telón de con la visita de los dos últimos centros escolares de la temporada 2018-19. Serán los CEIP María Barbeito de A Coruña y el Barrié de la Maza de Sada para cerrar seis meses de trabajo con cerca de 1.500 niños y una treintena de colegios que han disfrutado de esta iniciativa. Para junio quedará elegir a los premiados en los concursos de dibujo y redacción y la fiesta final con la entrega de premios. Intensa actividad para poner la guinda a un año inolvidable.
