Los dos se jugaban la vida pero no dio esa sensación. El Lugo quiso más la victoria y el Deportivo tuvo que verse por debajo en el marcador para irse hacia arriba de forma decidida en busca del gol. Hasta esa última media hora el equipo coruñés le faltó valentía e intención. No fue capaz de arrinconar a un Lugo más intenso y práctico que supo echar mano de todos sus recursos, incluido el reiterado del cuerpo a tierra, para amarrar tres puntos que le acercan a la orilla de la salvación. El Dépor, en cambio, volvió a naufragar y se aleja de los puestos de promoción, ahora a dos puntos de distancia con nueve por delante por disputar. Prácticamente tiró el play off en el Anxo Carro, donde más allá de las acciones polémicas completó uno de sus peores partidos de la temporada. Lamentables las continuas pérdidas de tiempo de los lucenses, como también el partido flojo, flojísimo, del conjunto coruñés.

El arranque fue frenético, un ida y vuelta constante sin que nadie fuera capaz de darle un poco de pausa a las transiciones. Emoción desde el pitido inicial, con polémica en las dos áreas. Primero, en la del Dépor, por un posible penalti por derribo sobre Lazo; y acto seguido, en la del Lugo, donde un disparo de Carlos impactó en el brazo de Vieira. En ambos casos dejó seguir el juego el colegiado Sagués Oscoz.

El ritmo alto le iba mejor al Lugo, más intenso en las disputas para ganar casi todos los balones divididos ante un Dépor que tenía bastante con dejar pasar los minutos sin encajar gol, como esperando a que el 0-1 cayera del cielo. Se dejó ir y lo acabó pagando caro. Venía de dos victorias seguidas fuera de casa, en Soria y Zaragoza, en ambos casos sin florituras, haciendo lo justo para derrotar al rival. Funcionó en Los Pajaritos y La Romareda, pero no en el Anxo Carro. Iriome, con un cabezazo desviado a la salida de un córner, firmó el primer aviso de los lucenses. Crearon más peligro a balón parado que el Dépor pese a que el equipo coruñés dispuso de hasta trece saques de equina y varias faltas peligrosas en las proximidades del área.

Mucho que mejorar en la estrategia ofensiva, una especialidad que puede decidir partidos cuando lo que falta es fútbol. Poco, ninguno, propuso el Deportivo. Incapaz de combinar a partir de tres cuartos de campo, una jornada más volvió a echar de menos a sus jugadores teóricamente más desequilibrantes. Ni rastro de Fede Cartabia y Nahuel. Un auténtico desastre, igual que Bóveda y Saúl en los laterales. Sin bandas por las que ensanchar el campo, el Dépor se encomendó a la inspiración de Carlos Fernández en ataque y también a la de Dani Giménez, de nuevo el mejor de los blanquiazules con varias paradas de mérito. Por ejemplo, rechazando un tiro de Cristian Herrera justo antes del descanso.

Tras la reanudación llegó el disparo de Edu Expósito al larguero, un remate aislado que casi acaba en gol y que pudo cambiar el guion del partido. Respondió de inmediato el Lugo con un gran zapatazo de Lazo desde larga distancia. Nadie le salió al paso para dificultar su lanzamiento y Dani Giménez evitó el 1-0 con una mano salvadora (m.58). Solo dos minutos después, y con idénticos protagonistas, el portero gallego no pudo evitar el gol. Carlos Fernández perdió el balón en banda y la contra del Lugo la culminó Lazo con un chut imparable.

Poco más se jugó en la última media hora. Lo impidió el equipo lucense con sus reiteradas interrupciones. Supo juntarse y se metió atrás para defender su ventaja ante un Dépor sin demasiados recursos para generar oportunidades. Los cambios, tardíos, no tuvieron el efecto esperado. Aun así el equipo coruñés siguió intentándolo hasta el final y tuvo varias llegadas, las suficientes como para haber rescatado un punto. Acarició el empate Carlos, con un cabezazo a las manos de Juan Carlos, y luego el andaluz habilitó a Quique para un mano a mano que desvió el portero. El rechace lo pescó Borja Valle para acabar rematando alto.

Aún le quedó una última al Deportivo desde el banderín de córner. Acabó marcando Carlos tras un barullo en el área (m.85). Gol legal, mal anulado por un fuera de juego inexistente. Ya no hubo tiempo para más, únicamente para que Dani Giménez evitara con otra gran parada que Lazo sentenciara. El Dépor llegó tarde al Anxo Carro, donde media hora no fue suficiente para sumar en Lugo.