Fernando Vidal (A Coruña, 1962) vuelve a postularse para dirigir al Deportivo como ya había hecho cinco años y medio atrás aunque esta vez lo hace como cabeza de una candidatura y veinte meses después de haber presentado su renuncia como consejero del equipo que todavía preside Tino Fernández.

¿Por qué se presenta?

Nos presentamos, no me presento ya que voy acompañado por cuatro consejeros de salida, y lo hacemos por responsabilidad, por amor al Deportivo. Somos socios con mucha antigüedad y creemos que este es un momento delicado y podemos aportar más que otras opciones que están ahora mismo ahí.

¿Por qué dudó, o dudaron?

No dudamos, creo que se malinterpretó nuestro silencio y nuestra espera. En primer lugar fue esperar por la llegada del presidente (Tino Fernández) de su viaje para transmitirle nuestro apoyo y nuestra preocupación por lo que había pasado; saber lo que había pasado para llegar a esta dimisión irrevocable y plantearle la posibilidad de que hubiese un proyecto que ilusionase a todo el deportivismo. El presidente me animó a dar ese paso y aquí estamos.

Usted fue el impulsor de la candidatura que llevó a Tino Fernández a la presidencia en enero de 2014...

Tuvo muchos impulsores, yo lo fui al principio de todo cuando me reúno con Tino y le transmito mi preocupación por la situación el club, creíamos que Augusto [César Lendoiro]estaba en un callejón sin salida. El club estaba embargado, pendiente del convenio con Hacienda y el futuro era muy incierto. Animé a Tino y le mostré mi apoyo para que fuese el presidente porque siempre he creído que es una persona muy capacitada, de hecho que ha salvado todos los match ball que hemos tenido.

Lo que pretendía preguntarle es por qué entonces decidió ir a un lado y ahora lo hace como cabeza de candidatura.

Porque en aquel momento pensaba que la persona idónea, igual que pienso ahora, es Tino Fernández, pero ya no está. Y me veo con las fuerzas suficientes para liderar un proyecto antes de que el club tenga un vacío de poder o no encuentre un proyecto que sea lo suficientemente fuerte para aguantar los vaivenes que tiene el Deportivo. En aquel momento creí que lo mejor era apoyar a Tino Fernández y creo que no me equivoqué, pero no está y no encuentro ninguna persona a la que apoyar. Me encantaba la opción de Mauro, pero se cayó.

Dice que no se equivocó con Tino, sin embargo decidió dimitir hace casi dos años y se marchó del consejo de administración.

Hace 20 meses, sí. Después del trabajo centrado en profesionalizar el club, y después de un año y medio, dos años, ya son los técnicos los que deciden en todas las áreas y mi trabajo es ayudar, como todos los consejeros, en las áreas en las que estábamos como responsables pero sin tanta responsabilidad. Mi cometido había finalizado en el momento en el que el club está estabilizado El primer equipo está en Primera y cuando decido marcharme está fuera de los puestos de descenso; el Fabril es líder de Segunda División B, que ese fue un proyecto que a mí me gustó mucho, y después el trabajo en Abegondo donde hubo que darle orden de cantera que no tenía; ahora, sin embargo, hay que darle algo diferente, basado más en el fútbol. Nada me hacía pensar aquel 3 de octubre que el equipo fuese a caer en barrera. Era impensable.

¿Qué cree que falló?

No lo sé. Personalizar en fútbol es muy complicado. El fútbol es muy complicado en el análisis, pero creo que hay algo que es muy claro y es que cuando diseñas una plantilla al frente de esta tiene que estar una persona que crea en esa plantilla y que sepa sacarle provecho. Hubo una descoordinación entre lo que era el modelo de plantilla y el modelo de entrenador que buscábamos. Fue donde nos equivocamos los diferentes años. Buscábamos un fútbol atrayente para el espectador, a base de fútbol combinativo que es lo que gusta en Riazor, pero no acertamos con los pilotos que manejaran ese Fórmula 1.

¿El problema del Deportivo es un problema estrictamente deportivo?

No. Pienso que ahí se ha focalizado todo. Se dice que todo ha ido fenomenalmente menos en el área deportiva... yo tengo matices. Evidentemente han ido las cosas bien, como digo siempre el resto de las áreas ni restan ni dan puntos porque por mucho que hagas no va a tener incidencia en la clasificación. Y un equipo de fútbol vive de los resultados deportivos. Creo que en su momento, dadas las circunstancias de cuando cogimos el club, fuera de ascenso directo y con el Fabril coqueteando con el descenso a Preferente, ascendemos a Primera, completamos la segunda vuelta porque alguna responsabilidad de mérito. En ese mercado invernal hicimos nueve movimientos, tres salidas y seis entradas, más dos del Fabril, estabilizamos el tema deportivo.

Comparando esta época con la de 2014 cuando accedieron al club, ¿se puede considerar al Deportivo un caramelo?

La situación ha mejorado mucho, sobre todo porque hemos reducido la deuda de forma considerable. Se pasó de una deuda de más de 160 millones, el mayor concurso del fútbol a nivel europeo, a tenerla estabilizada y regulada en 82 millones de euros. La mejora ha sido impresionante. El problema de entonces era que la parte más importante de la deuda era con la Agencia Tributaria y todo el mundo sabe que no es el mejor de los amigos para tener deudas y lo que hizo este consejo fue refinanciar, y ahí el mérito casi en exclusiva es de Tino Fernández, el renegociar la deuda con Abanca. Hay que pagarle y más por la apuesta que hizo por nosotros, porque ninguna otra entidad bancaria ni siquiera se lo planteó.

¿A pesar de la deuda, el deportivismo puede estar tranquilo?

El deportivismo nunca va a estar tranquilo en la vida porque nuestra historia está llena de desasosiegos; de altibajos. Todavía recuerdo aquel partido contra el Rayo en Riazor en mayo de 1983, me afectó más ese que el del penalti de Djukic.

¿Qué cambiaría Fernando Vidal en el Deportivo?

Esto es una elección atípica porque el que salga presidente tendrá todavía dos partidos más en Segunda División, y nos estamos jugando entrar en el play off; y si entramos se abre otra ventana más, que da esperanzas de ascender. Es un momento de reflexión, hablar con las personas que están en el club, sobre todo en la parcela deportiva, porque hay algunas nuevas y no las conozco. En el resto de las áreas, en alguna no hay que hacer ningún cambio, en todo caso potenciarla, y en otros a no mejor hay que hacer algún ajuste. Nada traumático.

¿Llegan en un buen momento estas elecciones?

No. Llegan con una dimisión del consejo, probablemente por hartazgo, por cansancio...

Me refiero a que el nuevo consejo tendrá la posibilidad de planificar la próxima temporada

Depende. Si no entramos en play off hay más tiempo y sabes que estarás en Segunda, pero si juegas el play off y no asciendes vas corto de tiempo para planificar. Cualquier momento es malo. El consejo aceleró los trámites por ese motivo, que dice mucho a favor de ellos. También era malo el 22 de enero de 2014.

¿Observa ruptura entre el deportivismo?

No. La gente lo que tiene es cansancio y creo que habrá que hacer un trabajo de realismo, no vamos a vender sufrimiento pero vamos a intentar que la gente le dé más valor a todas las cosas que consigamos.

La elección del presidente no va a depender del pequeño accionista.

El Deportivo es una SAD con un capital social muy atomizado, somos 25.333 accionistas, pero hay que reconocer que una serie de empresas con muchas acciones te pueden dar la presidencia del club porque movilizar al resto es complejo. Hay acciones muertas, unas 171.000 suscritas, pero muchas acciones están como muertas. He visto que las asambleas se mueven entorno o 50.000 o 60.000 títulos, y es ahí donde se va a decidir, pero el accionista pequeño también va a tener su importancia.

Es lo que cuesta creer, porque esto no es un socio un voto.

Es una SAD, pero también un club de fútbol. Por eso hice un consejo de fútbol, porque los profesionales ya están en el club. No voy a venir con un consejo de tecnócratas porque ya están en club, que cuenta con una estructura profesional que antes no tenía.

¿Pero es consciente de que la decisión final va a depender de esos grupos que tienen el mayor número de títulos?

Sí y no. Si ese grupo de accionistas importantes se decanta, de alguna manera decidirá; si se abstienen, el deportivismo de base más algunas empresas no muy grandes decidirán quién será el presidente.

¿Habló con Estrella Galicia?

Yo hablé con todo el mundo.

¿Es necesario ascender?

Es necesario a todos los niveles, hasta por salud mental, pero no será fácil, no es fácil para Tino Fernández, ni Fernando Vidal, ni Paco Zas, ni para nadie.

Al final, aquí lo único importante es que entre la pelota.

Evidentemente, por eso digo que somos una junta directiva de un equipo de fútbol. Lo único que pido es que se aparte la bronca interna, que Riazor sea un campo complicado para el rival y que dé confianza a su propio equipo.

¿A qué se refiere con bronca interna?

He vivido en los últimos años un poco de desapego e incomprensión, hacia el consejo. Ha habido errores, incluso a nivel social, pero en su momento se pidió perdón y hay que aparcarlo, no se pude vivir siempre con ese estigma. Cualquier aficionado se puede cabrear y mostrar su disconformidad, que es lícito, lo que ya no me parece lícito es que se insulte al presidente a un consejero cuando va por la calle con su familia, eso es pasarse más de un pueblo. Hay que tener respeto. La gente que están en el Deportivo lo está por un salario emocional. Todo el mundo quiere hacerlo bien, en el modelo anterior hubo éxitos, pero también fracasos, ya que hubo dos descensos y más era un modelo profesional.

El que gane se encontrará con el Deportivo Abanca en la elite.

Este era un proyecto de tres años mal entendido en algunos sectores del fútbol modesto. Nosotros abrimos las puertas a todo el mundo y solo dio el paso adelante el Orzán. Y fue un proyecto tres años, el que tardamos en llegar a la Liga Iberdrola y con el segundo equipo en Segunda. Un gran trabajo por el que hay que felicitar a Manu Sánchez y a Pablo Pereiro.

¿Y el acuerdo con el Liceo?

Desconozco los términos, pero yo suelo respetar los papeles en todos los lados. Habrá que hablar entre directivas.