El presidente saliente, Tino Fernández, dedicó a los accionistas un discurso de despedida que inició argumentando los motivos de su dimisión. "No nos vamos por los resultados deportivos. Es cierto que no son buenos, pero estamos en competición. Tampoco nos vamos por la deuda, porque nos dé miedo. Hace cinco años y medio la deuda era muy superior a la de ahora, y los acreedores más duros, y todo eso ha cambiado, afortunadamente. Tampoco nos vamos por estar en Segunda. Cuando nos presentamos y dimos el paso también estábamos en Segunda. Ni nos dio miedo entonces ni nos da miedo ahora", puntualizo Tino, cuya salida es una cuestión relacionada más con "la ilusión". "Nos vamos, básicamente, porque entendemos que en un puesto como este la ilusión tiene que ser máxima, tiene que ser del 100%. Tenemos muchísima ilusión, una enorme ilusión, pero no del 100%". Entiende el expresidente que dirigir un club como el Deportivo "necesita de un estado de ánimo muy fuerte, y más al ser sin remunerar". Por eso optó por apartarse "por ilusión y amor al club", por ser "honestos y leales al Deportivo". "Si nuestra energía no era máxima, por la razón que fuese, nuestra obligación era dejar paso a otros deportivistas que seguramente se presentan con más ilusión de la que teníamos nosotros", añadió.

También justificó el momento elegido para la renuncia: "En fútbol no hay fechas perfectas. Esta actividad no se para nunca. Hay que estar tomando decisiones los 365 días y no era bueno que esperásemos al final de la competición y después convocar una junta para que a finales de julio entrase un nuevo consejo. De aquí a julio hay que definir muchas cosas", argumentó sobre la importancia de que haya margen para planificar la próxima temporada.Además, indicó que si no detalló antes los motivos de su marcha fue porque "solamente la junta podía ser el escenario de dar estas explicaciones".

A continuación, Tino analizó los logros conseguidos durante su mandato y se refirió a cómo estaba el club cuando accedió a la presidencia en enero de 2014. "Nuestro primer partido no fue en Manchester ni el Camp Nou, fue en Córdoba, ahora descendido. Y el primero en casa fue contra el Sabadell, que está en Segunda B. Me parece de justicia que se hagan las comparaciones con los años anteriores en cuanto a resultados económicos de traspasos, segundo equipo, internacionales en categorías inferiores... Antes de nuestra llegada no había control económico y en los años anteriores se siguió aumentando la deuda. Nos tocó jugar con el dinero que teníamos y parte de ese dinero destinarlo a pagar la deuda". Además, indicó que antes de su llegada "todos estaban apoyando a tope" y, en cambio, "con nosotros eso no sucedió".

En el apartado económico, se refirió a la herencia que se encontró a su llegada tras la etapa de Augusto César Lendoiro, presente anoche en la sala. El club venía de protagonizar "el mayor concurso de acreedores de la historia de fútbol español y el que más tarde se solicitó". Una situación a la que se llegó, a su juicio, por "dos causas: mala gestión y permisividad". "De 160 millones de deuda de origen la hemos reducido a 82, cambiando plazos y condiciones de pago. Lo más importante es haber cambiado de acreedor", antes Hacienda y ahora Abanca. "De un acreedor duro, que nos trataba al club como a un preso de Guantánamo, hemos pasado a deber a Abanca, cuya relación con el Deportivo es bastante diferente. Tiene amor por el Deportivo y nos acompaña como patrocinador".

En su capítulo de agradecimientos, recordó el papel de Carlos Negreira para ayudar a cambiar una ley que permitió al Deportivo en enero de 2015 aplazar un pago de 10,8 millones a Hacienda por impuesto de sociedades que entonces "no podíamos pagar, para que ese importe se pudiera pagar a lo largo de la vida del concurso". "El Elche, ese año, por menos dinero descendió administrativamente", puntualizó el expresidente.

En este sentido, mostró su satisfacción por haber "normalizado" las relaciones "con las instituciones políticas de todo signo y color". "Nos hemos entendido perfectamente con Concello, Diputación y Xunta. Con Carlos Negreira, primero, y luego con Xulio Ferreiro las relaciones han sido muy buenas. Agradecemos de corazón su trato al Deportivo".

Tino Fernández recordó las críticas al Deportivo que se encontró en la primera Asamblea de la Liga a la que asistió. Hubo "puñaladas" de algunos dirigentes "sobre la gestión" del club coruñés, "moroso" según esos comentarios que tuvo que escuchar con desagrado. "Hoy estamos bien valorados, en las comisiones delegadas del fútbol masculino y femenino, y somos miembros de la Asamblea de LaLiga. Soy la única persona de Galicia miembro de la junta directiva de la Federación", un cargo que dejará "en los próximos días". "Hemos conseguido que el Deportivo sea una organización centrada, respetada y respetuosa", añadió. Muy satisfecho se mostró con el Deportivo Abanca, que ascendió a la máxima categoría femenina nacional, y sobre todo con el Dépor Genuine, que representa el "deportivismo en estado puro".

De cara al futuro, garantizó que no va a estar "ni al sol ni a la sombra" en el Deportivo. "No voy a estar. Voy a estar exclusivamente como aficionado", recalcó. Y sobre los retos que se le avecinan al nuevo equipo de gobierno, pide "ajustar las expectativas del club a la realidad de la competición y de nuestra propia realidad económica". "Los títulos acabaron en 2002, el año en que entró el euro. De esa etapa quedan los recuerdos, porque los títulos siempre estarán ahí, pero queda también la deuda", añadió Tino, una referencia al pasado que despertó los silbidos de un grupo minoritario de accionistas.

El expresidente también espera que acaben los "incendios sociales" que, a su juicio, marcaron su etapa. "Las salvaciones, tan importantes, se vivieron como fracasos. Cuando volvamos a Primera, si vamos en el puesto 15 o 16, calma. Quizá no podamos aspirar a mucho más en los próximos años. Los jugadores no son unos mercenarios ni los directivos unos hijos de puta. Se nos vienen demasiadas veces a la cabeza Mauro, Bebeto o Donato, pero no estamos en ese tiempo. Ningún rumbo será acertado si no sabemos de dónde partimos".

Durante su capítulo de agradecimientos aprovechó para pedir a los aficionados "disculpas por todo aquello que no hemos podido o no hemos sabido hacer mejor". "Deseo de corazón que los que vengan detrás mejoren todo, pero en honestidad, ilusión y deportivismo solo nos pueden empatar. Volveré a mi asiento (en la grada de Riazor) desde el próximo día contra el Córdoba. No espero nada, ni pido nada, ni aspiro a nada. Aspiro al respeto, tan necesario. No voy a estar a la sombra. Estaré al sol. Nunca he estado a la sombra, ni en organizaciones dudosas. Eso se lo dejo a otros. Yo, al sol y sin esconderme de nada", añadió Tino, que anunció que votaría en la elección del nuevo consejo "por responsabilidad". "Es lo que me queda, opinar. Soy y siempre seré del Deportivo, nada más y nada menos. Llegué contento y me voy contento", concluyó el expresidente, que tras algo más de 40 minutos de discurso recibió una ovación mayoritaria en la sala, así como los silbidos de un grupo minoritario.