Toda la fortuna que le faltó al Deportivo para no embocar ni una sola oportunidad de la docena que dispuso contra el Elche la tuvo en el Carranza. Porque solamente desde el azar se puede explicar que Domingos, Carlos Fernández, Borja Valle o Cartabia no marcaran en el Martínez Valero y que el Extremadura ganase al Cádiz gracias a un rebote de un despeje desde el centro del campo. El Deportivo se llevó así el premio gordo en el sorteo paralelo después de jugar todos los números posibles en el suyo. Las tuvo de todos los colores el conjunto de Martí contra el Elche y no le quedó más remedio que conformarse con un empate que solo endulzó el inesperado tropiezo del Cádiz.

LaLiga 123: Los goles del Cádiz- Extremadura (0-1)

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Falta de puntería. Hasta diez oportunidades claras contabilizaron los deportivistas en el Martínez Valero y otros tantos remates entre los tres palos. Ninguno entró, la mayoría rechazados por el portero rival, José Juan, algunos desviados por los defensas sobre la misma línea y otro escupido por el larguero. La ristra de ocasiones desperdiciadas por los jugadores blanquiazules expuso la escasa efectividad que padecen desde hace varias jornadas. Al Mallorca se le ganó con un tanto de penalti en los instantes finales y en Lugo faltó acierto para adelantarse en el marcador. Desde la llegada de Martí al banquillo, el equipo solo ha sido capaz de marcar más de un gol por partido contra el Numancia (1-2) y se ha quedado sin anotar en dos de los últimos tres encuentros.

Mejora colectiva, fallos individuales. Los problemas para marcar se han agravado en estas últimas semanas coincidiendo con la evolución experimentada en el juego. Contra Mallorca y Elche el equipo mostró mejor cara, pero el rendimiento individual de algunos jugadores sigue lastrando el rendimiento colectivo. Cartabia sigue lejos de ser determinante, al igual que Borja Valle o un Carlos Fernández con menos participación de la que acostumbra. Solo Edu Expósito se mantiene constante en sus actuaciones en vísperas de recibir al Córdoba y poder disputar el play off.

Euforia bajo control. Inmediatamente después de auparse a las posiciones de promoción, entrenador y jugadores se apresuraron a rebajar el entusiasmo. Dependen de sí mismos para alcanzar un objetivo que a principio de temporada hubiera supuesto una decepción pero que ahora, dadas las circunstancias, se ha convertido en el premio gordo.