Tiene la obligación el Deportivo de dar esta tarde un penúltimo paso con firmeza en su afán de alcanzar un objetivo necesario que dejó escapar de forma directa. Hoy los blanquiazules dependen de sí mismos para meterse en la promoción de ascenso, si ganan serán sextos como mínimo sin necesidad de esperar a lo que hagan sus rivales „Cádiz y Oviedo„. Aunque les sirve cualquier resultado si estos dos equipos también fallan. Pero no es cuestión de seguir tentando la suerte.

Basta con un triunfo frente a un Córdoba ya descendido y que llega a Riazor en medio de una convulsión interna, pero con futbolistas con ganas de cerrar un año nefasto con una victoria en un campo mítico como es el coruñés. Para lograr ese necesario triunfo José Luis Martí dispone de casi toda la plantilla y de todo su arsenal principal, incluido el goleador Quique González, quien ayer se ejercitó con normalidad tras ser baja en Elche a causa de una lesión muscular, aunque es posible que en este encuentro no parta desde el principio para no arriesgar una posible recaída.

El entrenador blanquiazul parece tener claro el bloque, mas es posible que introduzca alguna novedad con respecto al encuentro disputado en la jornada anterior en el Martínez Valero, y la duda está en si mantiene a Pedro Sánchez en una banda u opta por Nahuel Leiva, al que suele utilizar desde el inicio en los partidos de Riazor. También hay otra duda en el centro de la zaga por cuestión de estrategia: Somma en lugar de Pablo Marí.

La razón es que el valenciano está a una tarjeta amarilla de cumplir sanción por acumulación y como en el play off de ascenso los futbolistas entran limpios, si Marí descansa llegará a los partidos decisivos, si su equipo se clasifica, llegará en las mismas condiciones que sus compañeros y rivales, es decir, limpio de amonestaciones. Pero para eso tiene que ganar el Deportivo esta tarde; o esperar otra vez.