José Luis Martí resumió el sábado nada más acabar el partido contra el Córdoba lo que espera al Deportivo en el play off. "Es muy jodido", aseguró. Será la primera ocasión en la que el conjunto blanquiazul participe en la liguilla por el ascenso que se estrenó en 2011 y en el que, a priori, los peor clasificados parten con desventaja frente al resto de aspirantes. Finalizar en tercera posición la temporada, sin embargo, no garantiza el regreso a Primera División. El factor campo y disputar la vuelta como local, tampoco. A los precedentes se agarra el equipo de Martí antes de estrenarse en la nueva promoción el miércoles en Riazor contra el Málaga para compensar que de entrada serán los que deban afrontar el camino más espinoso.

Acabar sexto le impide a los deportivistas jugar la vuelta en su estadio en cualquiera de las dos rondas y al mismo tiempo saldría siempre perjudicado de un hipotético empate. Sin que medien los penaltis, la clasificación dictaminará quién es el ganador en el caso de que la eliminatoria se vaya a la prórroga y finalice con igualada. Esos condicionantes, sin embargo, no han impedido que desde que el play off se estrenara en 2011 haya habido equipos que lograran el ansiado ascenso partiendo desde la plaza más débil.

El primero que lo consiguió fue el Córdoba en el curso 2013-14 después de conseguir colarse en la promoción de manera parecida a como lo ha hecho esta temporada el Deportivo. Aquel fue el año en el que los andaluces regresarían a Primera luego de un rocambolesco encuentro en Las Palmas en el que frustraron al equipo de Valerón en los últimos instantes del partido cuando los canarios ya se daban por ascendidos e incluso una invasión de campo interrumpió los minutos finales. Pedro Sánchez, ahora en las filas blanquiazules, fue testigo de aquel hito para el equipo andaluz.

Dos temporadas después, en la 2015-16, Osasuna también lograría un ascenso inesperado partiendo desde la posición más retrasada del play off. Los navarros dejaron primero en el camino al Nàstic, que había finalizado en el tercer puesto el campeonato, y después al Girona, que fue cuarto. Partió siempre con la desventaja en caso de empate y con el inconveniente de disputar la vuelta de las dos eliminatorias como visitante. Eso no le impidió ganar los cuatro partidos del play off para regresar a Primera un curso después de estar a punto de caer a Segunda B y de colarse en la liguilla por el ascenso en el último partido.

Los rojillos representan así el espejo en el que mirarse para el Deportivo esta temporada, aunque también podría fijarse en el ejemplo del Valladolid hace un año. El equipo dirigido por el exdeportivista Sergio González protagonizó una importante escalada en el tramo final de la competición para acabar en la quinta plaza de la tabla. La inercia de victorias le permitió eliminar primero al Sporting y después al Numancia en la eliminatoria definitiva.

En las otras cinco ocasiones que se ha disputado el play off hasta la fecha, en tres de ellas ascendió el tercer clasificado y en dos el cuarto, aunque desde el vestuario deportivista ya se ha advertido que todo se igualará a partir del miércoles. Además de Pedro Sánchez también saben lo que es jugar esta liguilla recientemente José Luis Martí, que rozó el ascenso con el Tenerife en la temporada 2016-17 y Álex Bergantiños, que lo hizo con el Sporting el año pasado.