En el último mes el Deportivo ha conseguido despejar parte de las dudas que amenazaron con dejarlo fuera de los puestos de play off. Una carambola le benefició para amarrar la última plaza de la promoción y ahora ha logrado plantarse en la final reforzado después de eliminar al Málaga con solvencia. Lo hizo apoyándose en un juego que ya había insinuado en las últimas jornadas del campeonato para apurar sus opciones de alcanzar la liguilla de ascenso. La efectividad en ataque y la seguridad defensiva se han convertido en los dos pilares blanquiazules, que ha conseguido rentabilizar al máximo sus oportunidades y reducir las que concede a los rivales.
Basta repasar las estadísticas recientes de los deportivistas para comprobar la evolución de las últimas semanas. Ante el Mallorca en Riazor en la antepenúltima jornada, obligado a ganar para mantener sus aspiraciones de entrar en el play off, el conjunto de José Luis Martí contabilizó 20 remates, seis de ellos a portería, y concedió los mismos a un rival que también tuvo opciones de llevarse un partido que no se resolvió hasta el descuento con un penalti anotado por Carlos Fernández. Ni tuvo puntería ni consiguió cerrar la puerta del todo a los baleares, rivales ahora por el último billete a Primera División.
Esos números contrastan con los del partido de ida de la primera eliminatoria por el ascenso disputado contra el Málaga en el estadio de Riazor. El Deportivo consiguió remontar el marcador con el que se marchó al descanso gracias a su efectividad en ataque y la seriedad con la que le quitó la iniciativa al equipo de Víctor Sánchez del Amo. Del 1-2 se pasó al 4-2 final después de cuatro disparos a portería. El acierto fue máximo, aunque también la capacidad de reacción para quitarle el dominio a los andaluces y evitar que tuvieran el control y las oportunidades como sucedió en la primera mitad.
La fórmula en La Rosaleda fue más pragmática, pero igual de efectiva para los deportivistas. Aunque pueda parecer que renunciara al ataque para resguardarse sobre la portería de Dani Giménez, el conjunto de José Luis Martí sumó más remates a puerta (4) que los malaguistas (3). Salvo los dos lanzamientos al palo de Ontiveros, el Málaga apenas sumó oportunidades para pensar en la remontada ante su público. El Deportivo consiguió que el equipo de Sánchez del Amo no pudiera fabricar ocasiones de manera clara con un despliegue defensivo basado en la solidaridad de todos los jugadores. Todos se sacrificaron para conservar el resultado que les dio el pase a la final del play off.
Solidez y efectividad se han convertido en las señas de identidad de un Deportivo al que hasta no hace mucho le costaba materializar sus oportunidades. La pegada volverá a ser determinante el jueves en el primer acto de la eliminatoria final contra el Mallorca para aspirar a una renta que permita viajar a Son Moix con ventaja. Para ello, el equipo de Martí tendrá que acercarse a la puntería exhibida contra el Málaga la semana pasada y dejar atrás definitivamente los problemas ofensivos que mostró ante el Elche. En el Martínez Valero disparó diez veces a portería sin conseguir marcar ningún gol.
