José Luis Martí no continuará como entrenador del Deportivo la temporada que viene después del descalabro y el ascenso frustrado de Son Moix. Al conjunto blanquiazul no le quedará así más remedio que contratar a su décimo entrenador en cinco años para pilotar un nuevo proyecto en Segunda División.

Desde que el anterior consejo de administración encabezado por Tino Fernández tomara las riendas del club en enero de 2014, el banquillo deportivista ha visto pasar a nueve técnicos sin que ninguno de ellos fuera capaz de afianzarse en él. El baile en la caseta lo inició Fernando Vázquez en julio de ese mismo año y le siguieron Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano, Pepe Mel, Cristóbal Parralo, Clarence Seedorf y Natxo González. La última víctima de esa inestabilidad ha sido José Luis Martí, lo que arroja una media de dos entrenadores por año.

El club comunicó ayer que el balear no continuará al frente del equipo la próxima temporada después de frustrarse el ascenso en la última eliminatoria del play off. Martí tenía una cláusula de renovación automática en su contrato en el caso de alcanzar la Primera División que el descalabro en Son Moix impidió ejecutar.

La posibilidad de que continuara al frente del equipo a pesar de no ascender quedó muy tocada por la manera en la que el equipo cayó el domingo en Mallorca. El Deportivo tenía todo de cara para confirmar su regreso a la elite y viajó con una renta cómoda de dos goles, pero se derrumbó en el momento decisivo.

Martí erró con un planteamiento muy discutido y condicionado por la ausencia de Álex Bergantiños. La apuesta en el centro del campo por Edu Expósito y Vicente Gómez no funcionó y el balear fue incapaz de maniobrar desde el banquillo.

La tremenda decepción que supuso la eliminación ha terminado siendo determinante en la decisión adoptada por el consejo de administración por recomendación del director deportivo, Carmelo del Pozo, que puso en una balanza los logros y errores del balear.

Escogido como el sustituto de Natxo González a comienzos de abril, Martí recondujo a medias la errática trayectoria del equipo desde comienzos de año. Su llegada coincidió con la crisis institucional que se produjo tras la renuncia de Tino Fernández y sus consejeros, pero fue capaz de clasificar al equipo para disputar el play off. Lo hizo no sin apuros y después de beneficiarse de los tropiezos de sus rivales. Tampoco implantó un juego reconocible, pero en las eliminatorias de la promoción fue capaz de sacar la mejor versión de sus jugadores. Del cruce contra el Málaga salió reforzado, pero empeñó todo su crédito en Son Moix.

Carmelo del Pozo, con el beneplácito del nuevo presidente, Paco Zas, tendrá ahora que buscarle sustituto después de ser incapaz de frenar la dinámica destructiva que se vive en el banquillo deportivista. El perfil del nuevo técnico será parecido al de los dos que contrató desde su llegada al club el verano pasado. Será alguien con conocimiento de la Segunda División, pero también acorde a la nueva situación del equipo después de frustrarse el ascenso a Primera División.