Juan Antonio Anquela (Jaén, 1957) es el mejor colocado para sentarse en el banquillo deportivista la próxima temporada. El hasta hace poco entrenador del Oviedo negocia su incorporación al club blanquiazul después de que la dirección deportiva decidiera no renovar el contrato de José Luis Martí.

A falta del acuerdo definitivo, los contactos llegaron antes de que el responsable del área técnica, Carmelo del Pozo, adelantara ayer que tenía un preferido para dirigir al equipo el curso que viene y que ya se había puesto en contacto con él. "Ya conocéis el modus operandi. Se habla con uno, si conseguimos que crea en el proyecto, avanzaremos. No hay una terna, ni lista. Sólo se ha hablado con uno y la idea es ver si es factible. Si no, iremos a por otro", argumentó Carmelo ayer en una comparecencia en la que desgranó la temporada recién finalizada y el chasco que supuso no ascender de categoría.

La decepción de Son Moix fue la que abortó cualquier posibilidad de que José Luis Martí continuara al frente del equipo la próxima temporada y de que el club comenzara a explorar las diferentes posibilidades que ofrecía el mercado.

Ofrecimientos, según desveló ayer Carmelo, no han faltado en estas últimas horas, lo que a juicio del director deportivo demuestra que entrenar al Deportivo sigue siendo un caramelo para muchos.

"En la primera llamada que hice a ese entrenador la predisposición fue brutal", aseguró Del Pozo sin mencionar su nombre sobre el interés mostrado por el técnico con el que contactó.

El perfil de Anquela encaja en el que expuso ayer el responsable de la parcela deportiva, que durante su comparecencia pasó de puntillas sobre la propuesta futbolística con la que debería llegar el nuevo técnico para centrarse en aspectos más orientados en su personalidad. "Se va a encontrar una dinámica positiva, un ambiente nuevo y roles claros en el vestuario", afirmó.

Con Anquela el Deportivo contrataría a un técnico con una experiencia contrastada en Segunda División y que también tuvo una etapa efímera en Primera. Después de llamar la atención en el Alcorcón, al que ascendió a la categoría de plata desde Segunda B, el técnico jienense dio el salto al Granada para dirigir en la elite. Estuvo 21 jornadas y fue destituido debido a la mala dinámica que arrastraba el conjunto andaluz.

Después recaló en el banquillo del Numancia, en el que estuvo dos temporadas antes de fichar por el Huesca. Allí disputó el play off de ascenso en la temporada 2016-17, pero cayó eliminado en la primera ronda contra el Getafe.

Las dos últimas campañas dirigió al Oviedo, donde no consiguió en ninguna colar al equipo en los puestos de promoción. Este curso fue destituido a falta de ocho jornadas para el final cuando el equipo se encontraba fuera de las posiciones que daban derecho a disputar la liguilla por el ascenso. Técnico de carácter temperamental, suele ordenarse a partir de un 4-4-2, aunque en Oviedo también jugó con cinco defensas. Su propuesta suele adaptarse al perfil de los jugadores de los que dispone y se suele manejar con mano izquierda en los vestuarios a pesar de que su vehemencia.