Digerido el disgusto de Son Moix, o al menos asimilado el chasco que supuso quedarse a un peldaño de Primera División, Carmelo del Pozo tomó ayer la responsabilidad de analizar la que ha sido una temporada en la que el equipo se ha quedado a las puertas del objetivo que se había marcado el club. Aún así, evitó hablar de fracaso en una comparecencia que enfocó más hacia el futuro que al pasado. "Se ha estado hasta el final luchando por ascender, que era el objetivo marcado", razonó ayer el director deportivo blanquiazul. "Poner una calificación es muy complicado, por quedarte a 40 centímetros no puedes considerarla mala", añadió en referencia al remate de Pablo Marí en el descuento del partido de vuelta en Mallorca que pudo suponer el ascenso.

Más allá de esa oportunidad que se marchó al limbo y frustró las aspiraciones deportivistas, Del Pozo terminó admitiendo que la línea entre el éxito y el fracaso del Deportivo estuvo en su "irregularidad". "Tenemos que ser más regulares. Los más regulares han ascendido", reconoció.

Al club, subrayó el responsable de la parcela deportiva, no le queda más remedio que asimilar el disgusto y prepararse para una temporada más en Segunda. "Nos levantamos todos rápido de un golpe muy duro y ese golpe nos tiene que hacer crecer, evolucionar y mejorar de los errores que hemos cometido todos", argumentó Del Pozo. Los recursos disponibles, sin embargo, serán menores de los de este año.

El tope salarial será menor y con ello la capacidad para armar una plantilla como la de este curso. "Va a bajar mucho, pero lo importante es saber qué jugadores se pueden quedar y qué jugadores se van a ir", reflexionó el director deportivo sobre la reducción de la partida destinada a armar el equipo. Aunque evitó dar cifras concretas „lo más probable es que pase a ser la mitad aproximadamente de los 18,5 millones de la temporada pasada„, Carmelo del Pozo recordó que una parte significativa de esa cifra se marchó en hacer frente a las amortizaciones pendientes de anteriores contrataciones y en el salario de un grupo reducido de jugadores con salarios más altos. "Muchas veces los límites salariales son ficticios, es solo una estructura para saber cuánto y cómo debes trabajar", indicó. "Realmente el valor de la plantilla era de solo once millones y algo", desveló.

Por ese motivo, el director deportivo aspira a mantener la "columna vertebral" de jugadores que este año se quedaron a las puertas del ascenso. "Al final se configuró una plantilla tremendamente implicada. Hemos sentado unas bases que no nos han llevado al éxito total pero que creo que se tienen que seguir manteniendo", razonó Carmelo acerca de conservar lo más intacta posible la plantilla de este curso. Algunos se tendrán que marchar, bien porque acaban contrato o finalizan su cesión, pero el objetivo que se marca la dirección deportiva es armar el equipo a partir de los más importantes de este curso recién finalizado. "La gran parte de la columna vertebral la vamos a poder conservar", aseguró Del Pozo.

La unión con la grada, clave

El responsable de la parcela deportiva también se detuvo en la comunión que se vivió con la afición en el tramo definitivo de la temporada. Carmelo recordó que esa unión con la grada fue determinante en el play off y la situó como uno de los aspectos clave para la temporada que viene. "La idea que transmitimos es que sea un equipo competitivo, que lo dé todo, que sea intenso y que la gente se vea reflejada en lo que ve en el campo", reflexionó sobre lo que debe transmitir el equipo el curso que viene. "El mayor éxito del último mes es esa conexión que ha habido con la grada. Tenemos que mantenerla, es fundamental que el equipo contagie a la gente", avisó.