Dos temporadas después, un pedazo de lo que en su día se bautizó como Fabrilia para describir la camaradería y cercanía de los jugadores del histórico filial deportivista que participó en la fase de ascenso a Segunda División tendrá un hueco en el primer equipo. Diego Caballo y Edu Expósito ya se habían ganado una plaza en la plantilla que dirigirá este curso Juan Antonio Anquela para un nuevo asalto a elite; el último en hacerlo ha sido Borja Galán, repescado por el club después de su cesión en el Alcorcón.

Parte de aquel espíritu impregnará el vestuario de Abegondo con ellos tres en una temporada crucial que podría buscar inspiración en la del filial durante aquella campaña 2017-18. Era el Fabril que primero lo fue de Cristóbal Parralo y después de Gustavo Munúa; el que rozó el campeonato y disputó la fase de ascenso a Segunda a pesar del descalabro del hermano mayor; el Fabril de los Edu Expósito, Diego Caballo, Borja Galán y también de los Francis, Lucas Viña, Quique Fornos, One, Carlos López, Pinchi y Uxío da Pena.

Para quienes compartieron equipo con ellos no les sorprende el papel que han tenido en la temporada recién finalizada tanto Expósito como Caballo ni mucho menos que la dirección deportiva haya decidido recuperar a Borja Galán tras su préstamo en el Alcorcón. "Después de las temporadas que hicimos en el Fabril esos años había gente que se merecía estar ahí, ahora tenemos la suerte de que son tres", reflexiona Quique Fornos. "Que el mejor jugador del Deportivo este año haya sido parte de aquel Fabril es un orgullo", remacha Uxío sobre el rendimiento de Edu.

Tanto Expósito como Caballo y Borja Galán fueron tres piezas importantes en aquel filial al que se le escurrió el título de campeón con un gol fantasma y que sin embargo se apoyaba en un amplio grupo de jugadores. Todos tuvieron protagonismo a lo largo del curso y todos asumieron su papel por encima de egos y objetivos personales. Fue lo que dio en llamarse Fabrilia y que la próxima temporada tendrá un representante más en el primer equipo.

"Ese término era muy exacto para lo que hubo ese año", recuerda Uxío. "Tanto a nivel deportivo como humano coincidimos grandes personas. Eso se reflejó en el campo", añade. La esperanza de Quique Fornos es que una parte de aquel espíritu, sumado al que hubo la temporada pasada en el primer equipo, elabore un cóctel que permita alcanzar la Primera División. "Al final esa palabra era porque tanto dentro como fuera éramos una gran familia. Con el buen grupo que se vio este año en el primer equipo, con gente de mucho peso, creo que se puede juntar todo eso y salir bien", argumenta Fornos.

Borja Galán ha sido el último de aquel grupo en sumarse al proyecto de la primera plantilla. Al igual que en el caso de Expósito y Caballo, ninguno de sus excompañeros cree que jugar el año que viene en Segunda con el Deportivo le vaya grande al madrileño. "Quien lo haya visto y seguido sabe lo que aportó al Alcorcón. A mí se me cae la baba hablando de ´él como jugador", sostiene Uxío. El delantero hasta la pasada campaña del Fabril cree además que sus características se adaptarán a la perfección al nuevo entrenador blanquiazul. "Está claro que en el fútbol también se necesita verticalidad. Anquela se ajusta a lo que Borja puede dar, es muy desequilibrante y vertical. Me gustaría decir que con mucho gol, aunque no lo haya podido demostrar", destaca.

"El año pasado el esquema se basaba más en los centrocampistas, en los interiores hacia las bandas", apunta Fornos sobre la etapa de Natxo González. "Borja es un jugador que puede dar mucho desequilibrio. Va a ser importante si se siente cómodo en el vestuario", vaticina el defensa.

Uxío y Quique seguirán a sus excompañeros ya desvinculados del Deportivo. El delantero finalizó su contrato en junio y ahora estudia sin prisas las diferentes propuestas que le han llegado, mientras que el central afronta una nueva temporada en el Racing de Ferrol, el curso que viene ya en Segunda B, después de dejar el club blanquiazul en abril.