A falta de juego o de un patrón más o menos reconocible, el Deportivo va llenando el estómago en esta pretemporada con aperitivos: un poco de Gaku, una pizca de Borja Galán y algunos detalles de Koné. El plato fuerte lo reserva para más adelante, a pesar de que ayer afrontaba en Pontevedra la primera prueba de nivel. Enfrente tenía a uno de los rivales que se encontrará en el campeonato y a pesar de la victoria dejó señales contradictorias.

El Tenerife le hizo el partido incómodo a los de Anquela a través de la pelota, como era previsible por la propuesta de su técnico, López Garai, alumno aventajado del exentrenador blanquiazul Natxo González.

Tuvo poca respuesta el Deportivo, que a los doce minutos se encontró con un gol en contra de Naranjo después de una larga combinación de los canarios que no supieron frenar.

Mandaba el Tenerife a pesar del planteamiento de Anquela, que pobló el centro del campo con Álex, Vicente y Gaku. Por momentos se ordenaron los tres en línea y en otros fue el coruñés el que retrasó su posición para iniciar las jugadas.

La fórmula no le funcionó del todo al Deportivo, que sin embargo iría ganando protagonismo en el partido a partir de individualidades. Gaku entró más en juego y Borja Galán exhibió verticalidad primero para forzar un penalti que anotaría Aketxe y después para poner por delante a los deportivistas de cabeza a centro de Eneko Bóveda.

El empate ante los locales le serviría a los blanquiazules para llevarse el Trofeo Cidade de Pontevedra y confirmar que todavía tienen trabajo por delante.