La International Football Association Board (IFAB), el organismo guardián de las reglas del fútbol, aprobó el pasado 2 de marzo en Aberdeen (Escocia), en su reunión anual, un paquete de reformas en el reglamento que entró en vigor el 1 de junio y que llega ahora a LaLiga. Casi todos los equipos han recibido un curso para adaptarse a las nuevas normas, que ya fueron aplicadas en los distintos campeonatos internacionales.

Las manos. Siempre el lado más escabroso y complejo del reglamento y que continuamente se somete a nuevos matices. A partir de ahora no se concederá nunca un gol en el que la última parte del atacante que haya tocado el balón sea el brazo o la mano, aunque haya sucedido de manera fortuita independientemente de la posición en la que se encuentre. Tampoco si, antes del gol, el atacante se ha hecho con el balón justo después de que le dé en el brazo, ya sea accidentalmente. También se sancionará cuando, aunque sea después de un rebote, la pelota dé en un brazo o una mano que estén colocados en una posición antinatural que suponga que el jugador ocupa un espacio mayor, o cuando estén situados por encima del hombro. Excepción: si el futbolista ha intentado jugar el balón justo antes de ese contacto. No se pitará si el balón golpea una mano que no está situada en una posición antinatural. O si la pelota da en la mano o brazo con la que un jugador caído se está apoyando en el suelo, salvo que los sitúe fuera de la perpendicular del cuerpo para ocupar más espacio.

La barrera. Si la barrera es de al menos tres defensores, los atacantes ya no podrán incrustarse entre ellos o a su lado. Deberán guardar al menos un metro de distancia. Se acabó aquello de forcejear con los defensas, de empujar las barreras o incluso abrirlas para facilitar la tarea del lanzador.

Saque de puerta. Deja de ser obligatorio que el primer toque después de un saque de puerta se produzca fuera del área. Además, cuando el portero patea, los defensores pueden permanecer dentro de la zona de castigo. En alguno de los primeros partidos en los que se puso en práctica este cambio, apareció la picaresca para convertirlo en un saque con la mano: el portero elevaba el balón de cuchara a un defensa colocado al lado que se lo devolvía a las manos con la cabeza o el pecho. La IFAB emitió enseguida una circular en la que prohibía esta jugada mientras sus expertos estudiaban con detalle el asunto. Este es uno de los temas que más puede condicionar alguna de las formas de sacar el balón jugado desde atrás. De hecho ya se ha visto al Manchester City de Guardiola innovar en ese asunto.

Los cambios. Para evitar pérdidas de tiempo, la IFAB decidió que el jugador sustituido abandone el terreno de juego por el punto más cercano al lugar donde se encuentre, en lugar de por el centro del campo entre los banquillos. La nueva norma deja al criterio del árbitro que los jugadores puedan salir por donde siempre. La novedad de que se vayan por el punto más cercano aparecerá sobre todo en los minutos finales de partidos apretados, más susceptibles de la pérdida de tiempo. Incluso los árbitros deberán tener consideración con detalles como la salida del campo de un futbolista que ha marcado tres goles y se toma su tiempo para recibir la ovación de los aficionados. Siempre que no sea en un final igualado y lo esté aprovechando para ganar tiempo.

Bote neutral. Desaparece tal como se venía usando: el colegiado no dejará caer la pelota entre dos rivales para que la disputen. Los árbitros conocen ya este lance como balón a tierra. Si el juego se detiene dentro del área, la pelota se le entrega al portero. Si sucede fuera, es para el equipo que la tocó el último. El resto de los jugadores deben situarse a una distancia de cuatro metros del que la reciba. Si el balón da en el árbitro y entra en la portería o la posesión cambia de equipo o provoca un ataque prometedor, se detiene el juego y se concede un balón a tierra.

Penaltis. El portero ya no está obligado a mantener los dos pies sobre la línea en el momento del lanzamiento: basta con uno. Además, el lanzador puede ser atendido por los médicos sin estar luego obligado a abandonar el campo.

Tarjetas. Vuelven las tarjetas para los miembros del cuerpo técnico en los banquillos, que en los últimos tiempos solo recibían una comunicación verbal del castigo, lo que dificultaba que el público entendiera lo sucedido.

Pisotones y entradas. Los árbitros amonestarán con amarilla los pisotones y en las entradas por detrás que vayan al talón siempre serán roja por el grave riesgo que implican.