El Deportivo decidió en Cádiz cambiar el planteamiento que hasta entonces más había utilizado. El temor a la posibilidad de que el conjunto gaditano explotase al contragolpe los espacios que podían surgir de la presión adelantada blanquiazul pudo más que la fe en una idea que no ha terminado de cuajar. Fue un paso que decidió dar el cuerpo técnico con el visto bueno del vestuario en las reuniones previas al encuentro en el Ramón de Carranza. "El entrenador decidió ,con el beneplácito de toda la plantilla, simplificar las cosas, ser un equipo rocoso", resumió ayer Dani Giménez sobre el cambio promovido por Anquela.
El entrenador terminó persuadido de que encarar el encuentro en Cádiz presionando arriba al rival podría tener tintes suicidas, así que le trasladó al equipo la idea de ser un conjunto más sólido. "Al final es simplificar el fútbol como el otro día, en el sentido de retrasar las líneas y que no haya espacios y, con balón, hacer daño. En Cádiz tuvimos alguna oportunidad de ganar, también de perder, pero con los errores del VAR y el árbitro estaríamos hablando quizás de tres puntos en un campo muy complicado", resumió Dani Giménez.
El cambio táctico promovido por Anquela se enmarca dentro de las consecuencias del tropiezo contra el Numancia, que a su vez provocaron una reunión del director deportivo, Carmelo del Pozo, con la plantilla en la que reclamó a los jugadores un mayor rendimiento individual. "Hay muchos jugadores que cuando las cosas no van del todo bien o el equipo no está del todo fino parece que son peores de lo que son y eso es lo que está pasando en esta plantilla. Cuando encadenemos victorias la gente va a mostrar mejor cara y se va a hablar con más optimismo del equipo", reflexionó ayer el portero deportivista sobre la situación que atraviesa el conjunto blanquiazul.
