Cuatro veces se ha enfrentado el Deportivo en partido oficial al Mirandés y en ninguna le ha conseguido ganar. Dos empates y dos derrotas son los resultados del equipo blanquiazul ante el rival que recibirá el domingo en Riazor (21.00 horas) obligado a conseguir una victoria que despeje las dudas que ha generado un comienzo de temporada irregular. En el recuerdo, sin embargo, aflora la última ocasión en la que el Mirandés visitó el estadio coruñés. Fue en enero de 2016, en la vuelta de unos octavos de Copa a la que los deportivistas llegaban con ventaja tras el empate a uno en Anduva, pero de la que salieron escaldados.

Tres goles recibió el conjunto dirigido por Víctor Sánchez del Amo, que por entonces ya empezaba a mostrar los síntomas de descomposición que caracterizarían el último tramo de la temporada. De aquel Mirandés sobrevive todavía en el equipo burgalés Gorka Kijera´después de un doloroso tránsito de dos años por Segunda División B. El veterano lateral izquierdo, que disputó 15 minutos de aquel partido en el que su equipo dio la campanada, no cree sin embargo que el encuentro del domingo se pueda comparar a aquella vuelta de octavos de Copa.

"No tiene nada que ver. Aquel era un partido de Copa, de vuelta además, y para nosotros era muy especial", reflexiona. "El Dépor entonces estaba en Primera y para un equipo como el nuestro, humilde, la motivación que teníamos era una barbaridad", añade.

El Mirandés se presentaba además en Riazor animado porque ya había eliminado antes al Málaga en la ronda previa. "Sabíamos que estábamos haciendo una Copa impresionante y ese partido y esa situación eran diferentes porque también la competición es diferente. Dependíamos de lo que hiciéramos ese día para continuar o no, ahora en Liga para cualquiera de los dos equipos el resultado no es definitivo y no va a marcar nada", argumenta.

De aquel Mirandés ya solo sobrevive Kijera, que dibuja un conjunto muy diferente de aquel que capitaneaba desde el banquillo Carlos Terrazas. El sistema ya no es aquel singular 3-3-3-1 que sorprendía a propios y extraños y que tan buen resultado le dio a los burgaleses. "El equipo ha cambiado totalmente", avisa. "Todos sabíamos que Terrazas tenía un esquema y una manera de jugar un poco peculiares. No vamos a ir con ese esquema que tanto se hablaba en ese momento, hacemos lo que hacen la mayoría de los equipos hoy en día", reconoce.

Aunque Kijera no crea que el partido del domingo se parezca al de hace casi cuatro años en Copa, es consciente de que tendrán que ofrecer una versión igual de redonda para lograr un resultado parecido. "Tenemos que hacer las cosas muy, muy bien para sacar algo positivo de Riazor. Sabemos que si estamos medianamente mal poco tenemos que hacer. Aunque la clasificación diga que estemos parejos, sabemos que por calidad y por experiencia el Dépor es mejor equipo. Pero en ese partido de Copa el Dépor también era superior y conseguimos ganar", advierte.

La otra baza del Mirandés será explotar el posible nerviosismo blanquiazul. "Puede que el Dépor tenga un poco más de presión porque es un equipo hecho para ascender y encontrarse ahí abajo puede hacer que les pese un poco más a los jugadores", indica.