De viajar todos los días en una furgoneta de Bertamiráns a Abegondo a mudarse con gran parte de su familia a la localidad alemana de Leipzig. Ha dado un vuelco en los últimos meses la vida de Hugo Novoa (2003), la gran perla de la cantera blanquiazul que este verano decidió dejar el nido y aceptar la oferta de un gigante de la Bundesliga como el Red Bull, un conjunto con una clara vocación de apostar por talentos emergentes a nivel global. Llevaban años tentándole a este internacional sub 17 y este mismo verano también lo habían querido reclutar Madrid, Barcelona y Valencia. Finalmente, ni los grandes españoles ni el cariño que le profesa al Dépor pudieron desviarle de la vía teutona. El propio Hugo, en un momento de asueto tras estar concentrado con la selección en Estonia, explica sus razones: "Me dio pena irme porque el Dépor va a ser siempre el equipo de mi corazón", avanza. "Ya antes nos habían llegado otras propuestas y había decidido con mis padres que lo mejor era quedarme. Pero esta vez no podía desaprovechar la oportunidad. Lo echo mucho de menos (al Dépor), aunque en realidad hay oportunidades que solo pasan una vez y hay que aprovecharlas. El proyecto que me ofrecían a mí y para toda mi familia era la mejor opción. La verdad es que estoy muy contento", razona y concluye.

Las dificultades con el alemán y las jornadas interminables con entrenamientos, clases y pasantías particulares en diferentes idiomas compensan ante la sensación que tiene de estar a un paso de la élite, pese a su corta edad. "Los jugadores del primer equipo tienen una media de 24 años. Con eso ya te haces una idea de cuál es la apuesta. Y lo bueno es que aquí no hay filial. Del sub 19 ya pasas directamente a estar con los mayores", comenta emocionado.

Hugo Novoa, de momento, ha jugado todos sus partidos con el conjunto sub 17 del club, pero ya es un habitual de los entrenamientos del sub 19 y le han comentado que es muy probable que cuenten con él para encuentros de la Youth League, la Champions juvenil, a pesar de que luce solo 16 años en su DNI. "El sub 19 lo tengo a medio paso y luego ya está el primer equipo. Lo sientes todo muy cerca", relata.

"Nuevos horarios, nuevo colegio, nuevo idioma..., pero me estoy adaptando bastante rápido". Novoa no niega que, por momentos, pudo estar un tanto desbordado con su nueva realidad, pero ahora ya va encontrando su sitio. Vive en la residencia del club con casi todos los jugadores de su equipo. De ellos, solo cuatro son internacionales que no se criaron en el fútbol alemán. Además de él, la nómina la completan el danés Gustav Grubbe y los holandeses Noah Ohio, fichado del Manchester City, y Solomon Bonnah, contratado del Ajax. "Es con los que mejor me llevo", apostilla.

No es el único apoyo que tiene en esta aventura, ya que parte de su familia vive también en la ciudad, a pesar de que hay días que solo los puede ver "media hora". La residencia de los Novoa Ramos en Leipzig está "a tres minutos" de la academia del Red Bull y con Hugo se han desplazado hasta la ciudad alemana su hermana y, de momento, su padre, que ha pedido una excedencia de cuatro meses para estar de apoyo en sus primeros pasos en un territorio desconocido. En enero o febrero tomará el relevo su madre.

Un nuevo fútbol y el Dépor

"El estilo de juego de aquí me beneficia. Se juega muy rápido y le dan mucha importancia al pressing tras pérdida; me gusta". No todo es aprendizaje personal para este extremo que pasaba por ser uno de los mejores talentos del vivero deportivista, también está creciendo como futbolista. Ha firmado por tres temporadas con la posibilidad de ampliar a una cuarta. Su salida del Dépor, aunque dolorosa, fue amistosa tras estar seis temporadas en Abegondo. De hecho, está abierto a volver: "El Dépor se ha portado muy bien conmigo y es lógico ser agradecidos. En un futuro claro que me vería jugando de nuevo allí. Es el equipo de mi corazón, no cierro ninguna puerta".