Juan Antonio Anquela hizo ayer un alegato en favor de su trabajo al frente del equipo después del empate contra el Almería y con su continuidad en entredicho por el irregular arranque de temporada. "A mí esto me está matando", reconoció. "Soy demasiado responsable, vivo por y para esto. No le estoy dando al Dépor lo que el Dépor me está dando. Soy una persona ganadora, que quiere ver lo que hoy (por ayer) ha visto en muchas fases de mi equipo. Intenso, jugando bien al fútbol, porque hacemos cosas para jugar bien al fútbol", añadió.

El entrenador deportivista lamentó que, desde su llegada al banquillo, no ha podido dar una "alegría" a los aficionados ni a los que lo escogieron para capitanear el proyecto desde el banquillo. "Lo que me está matando es no poder darle la alegría a la afición y a los que mandan. Las caras que tienen los pobres", destacó.

Anquela subrayó que el equipo mejoró ayer contra el Almería a pesar de que no alcanzó el resultado que necesitaba. "Hemos hecho un partido relativamente bueno con una mochila que pesa mucho en las piernas. Siento mucho que con la afición que tenemos no le hayamos dado una alegría en diez jornadas", indicó el entrenador deportivista.

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La afición en el Dépor-Almería

El técnico también se refirió a su continuidad al frente del equipo tras el resultado de ayer y tras reconocer en la víspera que si no ganaba podía ser despedido. "A mí lo que me ha demostrado este club es una confianza en mí tremenda que nosotros no hemos correspondido porque los resultados ahí están", dijo.