Luis César Sampedro (Vilagarcía, 1966) se convirtió ayer en el decimocuarto entrenador del Deportivo en esta década. El gallego llega para sustituir a Juan Antonio Anquela, destituido también ayer, a pesar de haber dirigido la sesión matinal del entrenamiento en Abegondo. El técnico jienense fue la apuesta del consejo de administración presidido por Paco Zas para intentar el ascenso tras el fracaso de la temporada anterior, cuando los deportivistas se vieron obligados a disputar la promoción de ascenso y perdieron en la última eliminatoria contra el Mallorca. Su recorrido con el Dépor duró diez partidos oficiales en los que solo fue capaz de cosechar una victoria „en la primera jornada ante el Oviedo, ahora colista„, cinco empates y cuatro derrotas, que mantienen a los coruñeses en puestos de descenso a Segunda B. "Me está matando no poder darle una alegría a la afición" fue una de las frases de Anquela en la sala de prensa de Riazor tras el empate del pasado domingo contra el Almería. Los resultados lo han acabado condenando.

Luis César llega tras haber dirigido al CD Tenerife en las últimas cuatro jornadas de la temporada pasada como recurso de última hora del director deportivo, Vicente Moreno, para tratar de evitar el descenso a Segunda B, un reto que logró. Incluso le sobró el último partido contra el Zaragoza. De nuevo se hace cargo de un equipo con la campaña ya iniciada, aunque en esta oportunidad su límite es hasta el final del curso. O el que marquen los resultados.

El técnico gallego debutó como entrenador en el año 2000 en el banquillo del Racing de Ferrol, donde había dejado el fútbol en activo como guardameta, y tras cuatro años se fue al Nàstic de Tarragona, con el que ascendió a Primera División (2005-06). No acabó el tercer curso y fichó por el Poli Ejido. Volvió al Nàstic de forma circunstancial en las dos temporadas siguientes; de la misma forma estuvo en el Alcoyano. En la temporada 2012-2013 lo fichó el Albacete, equipo en el que se mantuvo hasta la 2015-2016. La siguiente parada fue el Lugo (16-17) y a continuación el Valladolid (17-18). La última, los cuatro partidos con el equipo del Heliodoro Rodríguez López.

Ahora regresa a Galicia para rescatar a un equipo que es incapaz de reaccionar a pesar del esfuerzo en el último partido. El cambio más importante, si mantiene el esquema de juego que puso en práctica en el Tenerife, será la alineación de dos delanteros y la querencia por el balón; pero sobre todo dotar de confianza a una plantilla hundida. Y lo tendrá que hacer desde un banquillo que quema desde que Miguel Ángel Lotina lo abandonase al final de la temporada 2010-11, aquella del descenso por el supuesto amaño entre el Levante y el Zaragoza que se está juzgando ahora. Desde entonces son ya trece los técnicos que pasaron por Riazor. Y de ellos solo tres lograron culminar un curso. Primero fue José Luis Oltra, en el primer año en Segunda División „llegó como sustituto de Lotina„ y logró el ascenso a Primera, pero fue destituido durante el parón navideño de la campaña siguiente. El segundo en completar una temporada fue Fernando Vázquez, también en Segunda, en la 2013-14, aunque el curso anterior había sustituido a Domingos Paciência, que a su vez había tomado el relevo del propio Oltra. No pudo lograr la permanencia pero devolvió el equipo a Primera. No llegó a dirigir al Deportivo en la máxima categoría, pues el entonces nuevo consejo de administración había optado por Víctor Fernández, que tampoco acabó el curso y fue sustituido por Víctor Sánchez. Éste consiguió la permanencia y continuó un año más, en el que el equipo también se salvó, pero no fue suficiente para que el actual entrenador del Málaga renovase. Ningún otro técnico fue capaz de entrenar una temporada entera porque los resultados firmaron su sentencia.