Luis César Sampedro (Vilagarcía de Arousa, 1966) aterrizó en el Deportivo hace una semana con el horizonte inmediato de enderezar el rumbo de un equipo sumido en una de las peores rachas de resultados de toda su historia. Su estreno en Las Palmas se saldó con revés muy doloroso, pero que el técnico quiere aprovechar como enseñanza para sí mismo y para los jugadores de lo que necesitan para escapar de la zona peligrosa de la clasificación. Enérgico y seguro, el sustituto de Juan Antonio Anquela se muestra convencido de que mejorarán y no renuncia ni siquiera al ascenso.

¿Cómo ha sido su primera semana al frente del equipo?

Ha sido todo a contrarreloj. Llego a un club que tiene problemas, porque si no los tuviera no hubiera llegado, y con tres o cuatro días para preparar un partido hay que acotar todo lo que necesitas para llegar en condiciones al partido. A partir de ahí tengo una lectura mejor, tanto táctica como mental del equipo.

¿Qué conclusiones sacó?

Fue una experiencia dolorosa, pero maravillosa a la vez. Me ha dado muchos datos y mucha información de cómo está el equipo. En base a eso me toca suturar, trabajar, corregir y perseverar en lo que quiero. Tuvimos una muy mala versión colectiva e individual, pero tengo muchos más datos hoy que hace una semana.

¿Una semana al frente del Deportivo en esta situación pesa más que en otros sitios?

No voy a presumir de experto ni de experiencia porque puedo dar un mensaje equivocado. Todo esto lo asumo con profesionalidad y naturalidad. Los resultados negativos traen muchas cosas detrás: nerviosismo, impaciencia, mal humor... Yo entiendo que todo el mundo esté enfadado por la situación del Deportivo; vengo porque el equipo está mal clasificado y sé que cuando llego a un equipo durante la Liga es porque hay problemas. Ahora tenemos un pelín más de problemas. Soy realista y voy a ser optimista. Realista porque me hago cargo de la situación y optimista porque tengo la convicción de que voy a ser capaz con mis jugadores de girar esto. Esto no es demagogia barata, no vivo en los mundos de Yupi ni miro para otro lado; sé que estamos en una situación complicada, pero tengo la confianza de que esto lo voy a arreglar.

¿En qué hace hincapié antes de recibir al Málaga?

Todas las miserias que hicimos el otro día y que nos llevaron a jugar un mal partido desde el minuto 1 hasta el 90 las hemos visto, para que los jugadores las identifiquen, no porque yo se lo diga. El jugador cree por lo que ve, no por lo que escucha. Esto es un trabajo día a día para que todo que todo sea homogéneo y tenemos que ir siendo cada día mejores.

¿Cómo están los jugadores?

Tenemos que vivir aislados de todo lo demás y ser impermeables siempre, también cuando ganemos. No debemos de escuchar mucho, hasta cuando nos elogien. Cuando hablen mal nosotros no necesitamos escucharlo. Los profesionales tenemos que ser impermeables. Los jugadores tienen que centrarse en su rendimiento, no en el partido anterior. No podemos arrastrar angustias ni la clasificación al siguiente partido. Con todo esto no digo que haya que ser irresponsables ni inmaduros, lo que no podemos es ir a jugar el partido con la clasificación entre ceja y ceja.

Sin embargo alrededor del equipo hay mucho ruido generado por la mala situación como para abstraerse por completo...

No es sencillo, pero ser profesional del fútbol significa muchas cosas. Ser entrenador cuando se gana es muy fácil e ir a ruedas de prensa cuando ganas es maravilloso, pero hay que ir también cuando pierdes y pierdes y pierdes. Con los jugadores pasa lo mismo, pero hay que ser expertos en olvidar; forma parte del oficio.

¿Están los jugadores preparados para afrontar una situación como esta?

Si están en el Deportivo es porque han conseguido cosas y porque nadie se las ha regalado. Han tenido que sufrir y pasar por momentos críticos en su carrera. Han tenido que ganar tal partido a tal hora para ascender o para mantenerse. Tienen que recordar que de ahí se sale y nosotros vamos a salir. Las rachas terminan, también las malas. Llegará un momento en el que no juguemos bien y ganemos; no como ahora, que jugamos mal y perdemos, jugamos regular y perdemos y jugamos bien y empatamos.

Pero esta plantilla se hizo para otras cosas, los jugadores que estaban y los que llegaron este verano no lo hicieron para evitar descender...

Pero estuvieron en otros equipos. Eso me valdría si todos en la plantilla vinieran de ganar siempre. Aquí hay jugadores que vienen de ascender y de descender, jugadores que han estado en equipos que perdían y que remontaron. Estamos hablando de gente experta, pero evidentemente nadie se acostumbra a sufrir. El fútbol son alegrías y tristezas: cuando ganas la paz dura cinco días y cuando pierdes estás con agobio cinco días. El resultado deja una resaca emocional en el entorno. Si ganamos pero jugamos mal, se habla de que jugamos mal; si jugamos bien pero no ganamos, se habla de que no ganamos; y si jugamos bien y ganamos, se habla de lo bien que está el Dépor. Es normal. Tenemos que estar preparados para esto y yo lo estoy. Lo veo lógico y me parece poca polvareda la que hay, y he estado por España adelante, para la clasificación que tiene el Deportivo.

¿Lo dice en comparación a otros sitios?

Llevo muchos años viniendo a Riazor, desde los 90 que era jugador y aparcaba subido a la acera enfrente de Green para ahorrarme el parking. He visto de todo aquí. He visto Champions, con la gente encantada, pero también he visto en Primera sufrimiento y descender con la gente volcada. He visto al Deportivo en Segunda con la gente volcada, pero ahora estamos en Segunda y abajo, la gente tiene que estar enfadadísima. Veo que a nada que le demos a esta afición, porque yo la conozco, va a estar con nosotros. Queremos darle, pero no somos capaces de momento.

¿Por qué no son capaces?

Porque llevan diez partidos sin ganar. Las caras del otro día no son por perder en Las Palmas solamente, son por perder diez partidos. Si se ganan cinco partidos antes y pierdes en Las Palmas, no tienen esas caras. El bagaje de derrotas y de desilusiones hace que emocionalmente estén hundidos porque no les salen las cosas.

Entonces, ¿el problema del Deportivo es más emocional o de juego?

Las dos cosas.

¿Cuál es el más grave?

Yo creo que de juego. Hacemos las cosas mal.

¿Qué le falta al equipo?

Muchas cosas. El rigor táctico defensivo el otro día fue muy malo, el ritmo de juego fue muy mala, las alturas entre líneas fueron muy malas, la velocidad fue mala, defendimos siempre un segundo tarde, hubo pocos robos, poco ataque... Podría dar un listado de cosas que no me gustaron, pero las caras son la consecuencia de todo. Las caras de los jugadores serían como la gotera, pero para encontrar la avería hay que picar mucho y puede estar 30 metros más atrás. La avería creo que tiene que ver más con el juego, con el fútbol.

¿La mejoría pasa por una revolución, sistema de juego incluido?

Por un cambio futbolístico completo. Ahora tengo más información después del examen en Las Palmas.

¿A qué le gustaría que jugase el Deportivo?

Me gustaría que fuera un híbrido: no solamente pensar en mi portería a la espera del contraataque ni solo pensar en la contraria. Hay dos porterías y pienso en las dos. Tengo que encontrar un estilo de juego que me permita ser equilibrado.

En situaciones como esta suelen salir muchos tópicos, uno es la intensidad...

No veo una merma de intensidad, veo una merma de juego.

Sin embargo el domingo en el segundo gol Las Palmas saca un córner en corto y nadie sale a presionar...

Un problema táctico, pero no perdimos por el primer gol ni por el segundo. Perdimos porque merecimos perder, si no meten ese gol hubieran metido otro. Ese gol no me gustó, pero el primero me gustó menos. El otro día hubiéramos perdido igual porque hicimos muchas cosas mal, muy mal. Yo sé cuando hay una merma de intensidad, pero siempre se acude a ella cuando no se gana. A mí no me gusta eso. La merma de intensidad puede haberla cuando estás en la clasificación bien colocado y recibes a un rival de poca entidad. En la situación en la que estamos, los jugadores no están para dejarse nada.

Otro tópico es el de la mentalidad, ¿le faltan al Deportivo líderes en el vestuario?

No le faltan. Hay líderes, gente que lo da todo y es un espejo. La gente ve como se entrenan y aunque no digan nada ya meten al rebaño detrás. Aquí hay gente esforzada y honrada. No veo ningún jugador tóxico, que me ha pasado en mi carrera.

Usted examina a los jugadores y ellos a usted en los entrenamientos, ¿cómo cree que le ven, nota que le siguen?

Lo que quiero es que piensen que voy a darles todas las herramientas posibles para ganar a los rivales, que nada va a quedar al azar y que vamos a ser minuciosos para que sepan a qué se van a enfrentar. Cada semana vamos a corregir lo del partido anterior, aunque ganemos.

En su presentación dijo que venía a por todo y aquí eso significa ascender, ¿hay que olvidarse ya?

No está olvidado, porque aún no ha ascendido nadie. Como no ha ascendido nadie, yo tengo menos opciones que los demás. A 16 de octubre (por ayer) tengo menos opciones que otros, pero a lo mejor el 16 de noviembre tengo muchas más y quizá el 16 de diciembre tenga aún más. Eso es lo que hay que buscar. Para conseguirlo tenemos que hacer las cosas mejor que en Las Palmas, buscar la mejor versión de muchos futbolistas a nivel individual y a partir de ahí vamos a ganar partidos. Cuando ganemos partidos vamos a ir mejorando en las opciones que tenemos actualmente, que son pocas con respecto a los demás. Ahora hay equipos que lo tienen mejor, pero tienen que pasar el otoño, el invierno y la primavera. Queda un mundo por recorrer. Esto es como un maratón. Estamos en el kilómetro 11 y va destacado uno, pero tiene que pasar por el 20 y el 30. A lo mejor alguno pasa en el kilómetro 30 por la crisis que nosotros tenemos en el 11. Nosotros tenemos que meter equipos detrás.

¿Le sirve la plantilla que hay actualmente o si mañana se abriera el mercado de invierno lo aprovecharía para darle una vuelta?

No pienso en eso, pienso en mejorar el rendimiento de estos jugadores porque lo pueden hacer mucho mejor. Cuando llegue el mercado de enero se podrán ver las posibilidades y dónde estamos en la clasificación. Puede ser que estemos todos felices y contentos y puede ser que no. A día de hoy no puedo contestar a eso y además es que ni siquiera me lo he planteado. Yo tengo unos jugadores buenos, como los demás. No lo estamos haciendo bien a nivel colectivo y a nivel individual no están en su mejor versión, pero lo van a estar. Tengo la convicción de que esta plantilla lo puede hacer mejor y necesita un resultado bueno, pero no tiene que obsesionarse con el resultado. Tiene que obsesionarse con el trabajo del día a día, con hacer las cosas bien y con el rendimiento para llegar a los puntos.