Más abajo ya no puede caer este Dépor tan flojo, colista de Segunda por primera vez desde septiembre de 1983. Han pasado muchos años, 36, y la exigencia se ha disparado, pero la receta que le sirvió entonces para remontar posiciones a aquel equipo dirigido por Arsenio Iglesias „unión, solidez defensiva y una propuesta futbolística clara y reconocible„ también es válida ahora. Así lo entienden Carlos Brizzola, José Manuel Traba y Jaime Agulló, tres de los futbolistas que aquella temporada auparon al Deportivo desde el farolillo rojo hasta la novena plaza final, a las puertas de la zona de promoción de ascenso. Reunidos en Riazor, los tres exjugadores conversan y recuerdan cómo aunaron fuerzas ante aquella delicada situación para salir a flote y comparten algunas claves sobre las que, a su juicio, debe apoyar su reacción el equipo de Luis César.

Jaime Agulló: "A nadie le gusta estar ahí abajo pero la situación es esta y hay que unirse mucho. Entonces era diferente, porque iban pocos partidos, y en aquel momento se salió. Empezamos mal pero a partir de la quinta jornada cambió la situación. Ahora llevan más encuentros. Ante todo lo que tiene que haber es unión, mucha actitud positiva, y entre todos ganar un partido, que es lo que da confianza. Yo creo que hay un buen equipo. A lo mejor no para estar arriba de todo, pero por lo menos de media tabla hacia arriba creo que sí".

Carlos Brizzola: "De repente estás ahí metido, y ya van once partidos. Ahora se vive diferente a la época nuestra. Estábamos últimos y el objetivo era tratar de meterse arriba, pero si no te metías tampoco creo que pasara nada".

José Manuel Traba: "Las circunstancias son distintas. Aquí venimos de más a menos. Cuando nos sucedió a nosotros llevábamos varios años en Segunda y el golpe moral no es tan fuerte como ahora. El tema de la afición era completamente distinto. No acudía tanta gente. Tampoco hubo cambios tan bruscos de presidentes y entrenadores como está pasando en los últimos años. Quizá lo que nos hizo salir adelante es que había una idea de cómo quería jugar el equipo, con un entrenador que llevaba varios años con nosotros. Eso fue fundamental para empezar a ganar y tirar hacia arriba. El problema de ahora es que lo que falta es una idea. Aquí cada cuatro o cinco meses estamos cambiando de entrenador. Cada uno viene con sus ideas y eso es un poco lo que estamos pagando".

Brizzola: "Entonces era Arsenio el entrenador y teníamos todos los conceptos muy claros de a qué jugábamos. El equipo era prácticamente muy parecido al del año anterior. Casi era yo el único fichaje. La diferencia ahora es que el equipo es prácticamente nuevo. Aunque en los primeros partidos la cosa no funcionaba, esa unión del grupo hizo que fuésemos todos a una y después de la primera victoria se enderezó el rumbo muy rápido. Este año las cosas van mal y son casi todos nuevos. Esa es la diferencia con ese año 83, y sobre todo la presión. La presión que tiene ahora un jugador que se pone la camiseta del Deportivo es mucho más fuerte que la que teníamos en aquellos años, porque los objetivos son diferentes".

Agulló: "Estábamos muy unidos, éramos todos muy conocidos y llevábamos años jugando juntos. Ahora es gente nueva y tiene que unirse mucho, tener mucha fe, y cuanto antes ganar un partido, aunque sea 1-0 en el último minuto, para que la moral empiece a ir para arriba porque ya son once partidos y son bastantes".

Traba: "La diferencia es que la competición ahora es más larga".

Brizzola: "Y también subió el nivel de los equipos. Nosotros jugábamos contra el Linares y el Cartagena, y ahora son todos exequipos de Primera".

Traba: "De lo que se trata es de arrancar, porque si enganchas dos victorias seguidas, realmente te olvidas de todo lo de atrás. Lo que pasa es que es difícil. Lo peor es crear ese cuadro de ansiedad porque cada vez estás más nervioso y eso es lo que te puede llevar a una situación muy preocupante. Tenemos que estar unidos todos. La crispación que hay en la ciudad es muy grande y eso es lo peor que puede pasar, porque a la larga eso se traspasa al campo y los futbolistas lo sienten. Por encima de todo, también le pido a la afición, que sé que siempre está ahí, que ahora más que nunca debemos hacer de Riazor un fortín. Es fundamental ganar lo de casa y empezar a hacernos fuertes en Riazor, porque nos ha perdido el respeto cualquier equipo que pasa por aquí".

Brizzola: "El fútbol, a pesar de que es un juego de conjunto físico, técnico y táctico, tiene un componente mental que es fundamental. Si estás bloqueado, ya puedes entrenar bien durante la semana que llega el día del partido y vas al baño catorce veces, y eso no es producto de otra cosa que no sea la cabeza. La presión de estar metido ahí abajo hace que muchas veces el futbolista no dé el 100% de lo que tiene que dar. Si le pasa a uno o dos, a lo mejor no se nota, pero cuando un equipo está presionado como el Dépor ahora y le pasa a cinco o seis cada partido, el nivel de competitividad del equipo baja mucho. Es fundamental tener las ideas claras. No puede haber un jugador que le diga al míster que no sabe si salir a presionar o no. Si no lo sabe, malo, es que no se ha entrenado".

Agulló: "Tienes que ser muy fuerte de cabeza. Sobre todo en Riazor tienen que notar mucho la presión porque cuando los resultados no los tienes a favor te cuesta más ir a recibir el balón, tienes dudas de si lo voy a hacer bien o mal, a veces no quieres la pelota y te escondes un poco porque tienes miedo. Ya empiezas a oír el runrún y algún silbido, y tienes que tener mucha sangre fría, estar muy tranquilo y asegurar mucho los pases, sobre todo al principio".

Traba: "No tiene nada que ver salir entonces a Riazor con hacerlo ahora pero para mí lo fundamental, lo que más hay que trabajar, es el sistema defensivo. En esta categoría, si no defiendes bien, lo pagas caro. Somos el equipo más goleado de Segunda. Realmente lo del otro día en Las Palmas fue escandaloso. Parecía el Barcelona. No es normal que dejes hacer paredes dentro del área. La casa hay que empezarla por donde hay que empezarla, y para mí un equipo que quiere conseguir algo positivo tiene que partir de atrás. Sujetar, amarrar bien, trabajar y presionar mucho defensivamente, y a partir de ahí construir, pero primero se edifica atrás. Defensivamente tienen que mejorar sí o sí".

Agulló: "La clave es armarse muy bien. Arsenio siempre lo decía. Primero hay que estar bien armados para montar un buen ataque. Tenía claro que los rivales no te podían crear muchas ocasiones. El Dépor lleva muchos goles en contra pero si gana el domingo al Málaga podrá coger un poco de confianza. A partir de ahí, no volar, estar tranquilos, y por lo menos a ver si al acabar la primera vuelta podemos estar en mitad de tabla".

Brizzola: "Se trata de mirar al siguiente partido. Pensar más allá es contraproducente.Yo creo que ellos lo saben, que lo que tienen que hacer es concienciarse para ganar un encuentro. Hay que encadenar una serie de buenos resultados para sacar al equipo de ahí".