En las catacumbas de Segundas, enterrados en las dos últimas plazas, se reencuentran en Riazor el Deportivo y el Málaga. Hace cuatro meses se enfrentaron en el play off por el ascenso y ahora están en una situación dramática tras haber sumado solo ocho puntos en las primeras once jornadas A los dos les toca ganar pero solo uno, el que venza, saldrá esperanzado del encuentro de esta tarde, no reforzado, porque seguirá con el agua al cuello, pero sí revitalizado para afrontar el futuro inmediato de otra manera.

Eso buscan Luis César y sus jugadores, ganar un encuentro como sea para comenzar una reacción que deberá ser duradera después de un inicio de campeonato tan lamentable. Idéntico objetivo tiene Víctor Sánchez, que también recupera a mucha gente para visitar Riazor. En el bando coruñés, regresan los cuatro internacionales que tuvieron partidos con sus selecciones „Lampropoulos, Gaku, Mollejo y Montero„, más Koné, recuperado de su lesión. Cinco altas, dos menos que las andaluzas. Víctor viajó a A Coruña con veinte futbolistas, entre ellos siete que se perdieron el partido del pasado fin de semana frente al Cádiz: Munir, Juanpi, Mikel, Keidi Bare, Lorenzo González, Adrián y Keko.

Luis César no hará grandes revoluciones para su estreno en Riazor después del partido tan horrible que el Dépor completó en Las Palmas en el debut del técnico arousano en el banquillo blanquiazul. En principio, seguirá apostando por el mismo dibujo táctico, con Aketxe de nuevo a la espalda de Longo. El regreso de Koné le da más variedad en ataque, aunque el marfileño apunta al banquillo, al menos de salida.

El Deportivo, el equipo más goleado de Segunda, planteará un partido valiente ante su público, que solo tuvo decepciones desde la victoria, muy lejana ya, de la jornada inaugural frente al Oviedo. Volver a ganar es imprescindible para empezar a levantar cabeza. Hoy toca, y más en Riazor.