Borja Valle se resistió ayer a resignarse a pelear por la salvación a pesar de la deprimente racha que encadena el equipo y de las malas sensaciones que transmite en cada partido. "A mí que no me cuenten milongas", protestó ayer el delantero y uno de los capitanes de la plantilla. "Es cierto que la situación no es buena, pero me resigno a pensar en ese objetivo. El objetivo tiene que ser hacer las cosas bien. No quiero pensar en la salvación. Es cierto que miras la clasificación y lo firmas, pero tenemos que ser ambiciosos", manifestó después de la derrota de ayer contra el Málaga.

Borja Valle reconoció que la confianza que tienen ahora en el vestuario es "mínima" y apuntó a ese mal momento anímico para resumir muchos de los males que padece el equipo. "Desbordados no, pero es cierto que la confianza es mínima. Cada error nos penaliza y no acaban de salir las cosas. Te duele porque estás luchando 90 minutos y al final se te escapa", reflexionó.

Con cada jornada, la delicada situación que atraviesa el Deportivo se agrava, hasta el punto de que no se vislumbra un final a la calamitosa racha que padece el conjunto blanquiazul. "Ojalá hayamos tocado fondo, peor no puede salir y lo único que podemos hacer es dar ese impulso para arriba. No podemos pensar en que somos muy malos y que las cosas no salen. Si nos resignamos a pensar en qué malos somos no vamos a salir", recomendó. "Somos jugadores que hemos vivido diferentes situaciones. Al final esto es fútbol y tenemos que estar preparados para esta situación. Es cierto que te tensa y te pone en dificultad máxima", añadió acerca del momento que atraviesa actualmente el equipo.