El Deportivo presenta después de doce jornadas disputadas el peor balance entre goles recibidos y anotados de toda la categoría. Ningún equipo acumula unos números tan deficientes en este arranque de campeonato. Detrás de esos registros se esconden al mismo tiempo los motivos por los que el conjunto blanquiazul ocupa el último puesto de la clasificación a estas alturas. A los problemas defensivos (22 goles encajados) se unen los que padece el equipo en la portería contraria (11 tantos a favor) y en especial sus delanteros. Christian Santos no marca desde la segunda jornada, Longo todavía no se ha estrenado a pesar de que se ha convertido en el más habitual en las alineaciones, Koné contabiliza dos dianas (una desde el punto de penalti) y Borja Valle pelea por recuperar el olfato tras su lesión y estrenarse en la derrota contra el Girona.

Las cifras contrastan con los de la temporada pasada en un equipo que enseguida se destacó por su eficacia goleadora y su fortaleza defensiva. Aquel Deportivo de Natxo González se distinguió al inicio del curso como un conjunto muy equilibrado, con facilidad para marcar y sólido en su propia área. Eso le permitió destacar enseguida como uno de los que presentaba una mejor diferencia de goles.

A estas mismas alturas del campeonato, en la jornada número doce, el Deportivo de la temporada pasada contabilizaba 19 goles a favor y había encajado nueve. Solo el Granada mejoraba esas cifras que contrastan con las de un equipo hundido ahora en la tabla y sin pizca de acierto en ninguna de las áreas.

Los problemas no se han solucionado a pesar de la llegada de Luis César Sampedro al banquillo e incluso podría apreciarse un empeoramiento. En los dos partidos con el técnico de Vilagarcía al mando, el equipo ha encajado cinco tantos y no ha conseguido marcar. El entrenador blanquiazul se esfuerza ahora en frenar la sangría que afecta a los deportivistas a la espera también de que sus delanteros recuperen el olfato goleador. "Cuando encajas 22 goles en estas jornadas, yo creo que la clave está ahí", razonó ayer Borja Valle. "Confío en que vamos a hacer goles y en que van a llegar los resultados, pero es cierto que todo pasa por cerrar nuestra portería. Cuando nosotros cerremos nuestra portería, será todo mucho más fácil. Creo que es el primer objetivo que tiene que tener este Deportivo", añadió el jugador berciano.

La nostalgia se adueña así de un Deportivo que no encuentra la fórmula para blindarse en su área y acertar en la contraria como lo hacía la temporada pasada en los primeros compases de la competición. Los recursos han cambiado, sin que nadie haya asumido el papel que el curso pasado tenían jugadores como Quique González o Carlos Fernández. En un escenario marcado por la sequía de sus delanteros, en el que también han mediado lesiones, ninguno se acerca a las cifras del año pasado.

Quique en la jornada doce ya contabilizaba siete goles, mientras que Carlos Fernández sumaba cinco. Les seguían Borja Valle y Domingos Duarte, cada uno con dos, en la tabla de máximos anotadores del equipo. Este curso solamente Aketxe supera los dos tantos en el equipo. El centrocampista es el pichichi gracias a su habilidad en los disparos a media distancia y a los lanzamientos de falta.

Después de él vienen unos delanteros todavía con número discretos. Christian Santos aprovechó al máximo sus minutos en las dos primeras jornadas partiendo desde el banquillo, pero desde entonces no ha vuelto a anotar. Koné reapareció el domingo contra el Málaga, pero su aportación se limitó a su diana en el estreno contra el Oviedo y al penalti que le marcó al Numancia en la sexta jornada.

Más discreta es la aportación de un Longo que se ha convertido en la referencia del equipo en las últimas jornadas, pero que todavía no se ha estrenado. Desasistido y sin apenas participación, el italiano es una víctima más de la crisis de juego que padecen los deportivistas. Borja Valle, que suma un gol hasta la fecha, insiste sin embargo en que lo inmediato es solucionar los "errores" que lastran al equipo en su propia área. "Si analizamos los partidos que llevamos la mayoría de goles son muy parecidos y son errores que se magnifican mucho más porque apenas tenemos aciertos. Son errores muy evitables y eso me da la esperanza de poder salir de ahí. En ciertos momentos son errores muy fáciles de evitar, somos profesionales y tenemos que hacerlo sí o sí", reflexionó ayer.

Los jugadores, sin embargo, asumen que la responsabilidad es suya, incluidos los goles. "El que no mete goles es Borja Valle y el que no remata un gol es Longo. Al final somos nosotros los protagonistas", subrayó.