La historia de Mamadou Koné y el Racing de Santander puede resumirse en una primera oportunidad, algún desencuentro y también malentendidos, pero al mismo tiempo podría decirse que no está cerrada del todo. Mañana en El Sardinero (18.00 horas) vivirá un nuevo capítulo con el regreso del delantero marfileño al que fue su estadio durante cinco temporadas. Será la primera vez en la que se enfrente al club que le abrió las puertas de Europa desde que lo abandonó definitivamente en 2016. Koné no oculta que será "especial" volver, pero las urgencias con las que llega el Deportivo mitigan la emotividad. "Un poco especial sí que va a ser para mí porque es el equipo que me dio a conocer y gracias al que llegué a España. Además voy a encontrarme a viejos amigos", reconoce.

De sus años en Santander apenas quedan supervivientes en el equipo, aunque el partido le permitirá reencontrarse con compañeros con los que coincidió en el segundo equipo racinguista. "Están Sergio y Mario Ortiz, pero creo que de mi época no queda nadie", rememora. "Hay gente de cuando estaba en el filial y de otros equipos", añade.

Fue ese filial el que le permitió recalar en Europa procedente de Costa de Marfil, aunque para ello tuviera que aguardar un par de años. El histórico club cántabro comenzó a seguirlo después de un torneo que disputó en Cataluña encuadrado en un combinado de jóvenes promesas africanas. La suya es una historia parecida a la de otros muchos talentos en busca de una oportunidad en el fútbol europeo.

Llegó a ciegas, sin saber demasiado de uno de los equipos históricos españoles. "No conocía al equipo, pero unos representantes estando en África hicieron una selección para jugar un torneo en Barcelona en 2008. Después volvimos a nuestros países y dos años después me dijeron que el Racing estaba interesado en mí. Así llegué al filial", recuerda.

A partir de ahí, todo fue a velocidad de vértigo para Koné. Debutó a las órdenes de Héctor Cúper en el Camp Nou en un Racing que terminaría descendiendo y que iniciaría una espiral negativa que le llevó hasta Segunda B en dos ocasiones. "Todo eso lo viví, después de descender a Segunda B conseguimos ascender, pero volvimos a bajar. Lo pasamos mal, especialmente la afición. Ahora que han vuelto a Segunda espero que les vaya bien y consigan sus objetivos", reflexiona.

Entremedias padeció una lesión grave en una rodilla que frenó su progresión y forzó su salida de Santander cuando el equipo volvió a caer a Segunda B en 2015. Recaló en el Oviedo como cedido después de un conflicto judicial con Osasuna, que lo denunció por duplicidad de contratos, y terminó fichando por el Leganés cuando ascendió a Primera División.

Allí no encontró oportunidades y las buscó primero en Málaga y ahora en un Dépor que pelea por abandonar los últimos puestos de una clasificación que le eran familiares cuando militaba en el Racing. Aquí no se imaginaba verse en la cola de la tabla a esta alturas. "No voy a decirlo del Racing, pero de nosotros no me lo esperaba. Estamos donde estamos porque así lo dicen los resultados, pero tenemos que darlo todo para recuperarnos", subraya.