Afloran algunos nombres propios en este Dépor todavía incapaz de hacer un partido completo, rindiendo de principio a fin y no solo a ratos. Ayer regaló toda la primera parte. Volvió a entrar mal en el encuentro, como casi siempre, y lo pagó encajando otro gol evitable. Yoda caracoleó entre defensores dentro del área sin que nadie se atreviera a frenarlo hasta culminar su acción personal con el tanto del Racing, el número 23 que encaja Dani Giménez en lo que va de temporada. Tras el 1-0 el Dépor no tuvo capacidad de reacción hasta el descanso, que marcó un punto de inflexión.

Tras la reanudación fue otro equipo totalmente diferente. De repente se dejó los complejos y los miedos en el vestuario y se cargó de convicción y valentía para meter al Racing atrás. Por primera vez desde el partido contra el Almería, el de la despedida de Anquela, el Deportivo dio señales de vida para acabar sumando a domicilio tras dos derrotas seguidas. Pero sigue sin ganar, y ya van doce jornadas sin hacerlo.

Destacó Koné y, en menor medida, jugadores que subieron su nivel habitual como Salva Ruiz, Lampropoulos o NolaskoainKoné Salva RuizNolaskoain. Cada vez que el delantero marfileño entra en juego da la sensación de que puede haber peligro. Es veloz y dinámico, tira buenos desmarques y sabe revolverse con la pelota, unas veces para tratar de acabar él mismo las jugadas y otras, como en el gol de Jovanovic, para conectar con sus compañeros.

Gran asistencia al serbio en el tanto del empate y muchas carreras con y sin balón, hasta el punto de que acabó el partido "tieso", según Luis César. Por eso Koné pidió el cambio, tal y como explicó el entrenador en la rueda de prensa posterior al encuentro. Jovanovic aportó desde el banquillo, igual que Mollejo, un peligro constante para el Racing durante la recta final. Desde fuera siguió el partido el japonés Gaku Shibasaki, hasta ayer uno de los fijos pero que en Santander no participó por decisión técnica.