El Fuenlabrada, próximo rival del Deportivo el sábado, logró un holgado triunfo ante Las Palmas (1-3) que cimentó con dos primeros goles en los que el videoarbitraje resultó decisivo para corregir las decisiones iniciales del colegiado y que rubricó tras el descanso pese a terminar con un futbolista expulsado.

El Fuenlabrada ganó casi siempre en los duelos individuales, interceptando las líneas de pase, y tuvo un cien por cien de efectividad en sus acercamientos.

En uno de ellos, Hugo Fraile conectó con Oriol Riera, quien se anticipó al balón y fue derribado por Mauricio Lemos, si bien el árbitro no decretó inicialmente penalti. Lo curioso es que la jugada continuó y acabó con un tiro bombeado de Srnic que estuvo a punto de superar a Biel Ribas. Una vez finalizada la acción, el VAR instó al árbitro a que revisara la jugada anterior y fue cuando sancionó el penalti sobre Riera, que convirtió Hugo Fraile engañando al portero.

Una pérdida de Jonathan Viera dio origen al segundo gol del equipo fuenlabreño. Oriol Riera dio un pase a Randy Nteka, quien marcó con un duro disparo raso, pero el árbitro anuló el tanto por un fuera de juego inexistente, que después corrigió, a instancias otra vez del videoarbitraje, para dar validez al 0-2.

Hugo Fraile marcaría el tercero desde el punto de penalti y Viera maquillaría el marcador para Las Palmas con un lanzamiento de falta.

El Sportíng de Gijón logró su segunda victoria consecutiva, de manera convincente con un genial Manu García, un sólido Cristian Salvador y un eficaz Aitor García, ante un Zaragoza que apenas le inquietó en todo el partido (4-0).

El Girona, que estrenaba entrenador, no pudo ganar al Alcorcón (0-0) a pesar de que tuvo a su disposición un penalti en los minutos finales que desaprovechó Christian Stuani.

Por su parte, el Almería puso fin a una mala racha de seis jornadas sin ganar con una victoria por 3-2 frente al Extremadura. El equipo andaluz ganaba por tres goles de diferencia al conjunto dirigido por Manuel Mosquera, peero dos goles de los extremeños en la recta final del encuentro obligaron a los locales a pedir la hora y sufrir más de la cuenta.