Luis César Sampedro aterrizó en el Deportivo hace algo más de un mes con el equipo en una posición delicada que con el paso de las semanas y ya con el arousano al mando no ha mejorado. Nada más llegar, el sustituto de Juan Antonio Anquela advirtió que no era partidario de capitanear ninguna revolución. Argumentó que eso suele confundir a los jugadores, pero cinco jornadas después la tendencia del conjunto blanquiazul sigue siendo tan negativa como lo era cuando aterrizó.

Salvo algunos retoques en las alineaciones, la entrada o salida de determinados jugadores y determinadas variaciones en el once por obligación, Luis César ha evitado acometer la transformación en el equipo que parecía sugerir su puesto en la clasificación. El técnico decidió apostar por corregir las deficiencias que presentaba el juego deportivista manteniendo una estructura semejante, pero con el paso de las jornadas se ha revelado insuficiente.

Su trabajo se ha visto reflejado sobre todo en el funcionamiento defensivo. El equipo muestra ahora mayor fortaleza atrás, pero a costa de perder claridad en el juego. El peaje del fútbol directo que ha empleado como receta ha sido la nula capacidad de generar oportunidades. El equipo sufre para construir el juego en estático porque el centro del campo se ha vuelto intrascendente en ese contexto. Es así como se producen situaciones como la del domingo frente al Elche cuando se necesitaba remontar la ventaja de los visitantes. Hasta siete jugadores deportivistas llegaron a juntarse por delante del balón sin que aparecieran soluciones para construir el juego y aproximarse a la portería rival.

El inmovilismo de Luis César se ha manifestado especialmente en su insistencia en alinear a dos mediocentros posicionales (Álex Bergantiños y Peru Nolaskoain) en detrimento de otros como Gaku y Vicente, sin prácticamente minutos desde su llegada. El doble pivote se ha mantenido como la opción preferida frente a otros esquemas que seguirán en el cajón al menos una semana más.

Las bajas para el partido del sábado contra el Extremadura no hacen prever que el técnico se decida a darle un giro a sus planteamientos. Lampropoulos y Montero, la pareja de centrales titular contra el Elche, no estarán, lo que obligará a reconstruir casi al completo la defensa. En caso de que quisiera contar con Gaku, no podrá porque ha sido citado por su selección. La revolución parece que continuará así pendiente una semana más.