Luis César Sampedro dirigirá mañana en Lugo su octavo partido como entrenador del Deportivo obligado a conseguir una victoria que todavía se le resiste. A pocos se les había atragantado tanto desde su aterrizaje en el banquillo blanquiazul un triunfo que en este caso se ha vuelto imprescindible para corregir la delicada situación en la que se encuentra inmerso. El último fue Clarence Seedorf, incapaz de ganar en sus ocho primeros partidos. La sombra del holandés persigue ahora al arousano, impotente a la hora de capitanear la reacción que le encomendó el club como sustituto de Anquela.

Si mañana en el Anxo Carro Luis César encadena otra jornada más sin una victoria, igualará el registro negativo de Seedorf, que en sus primeros ochos encuentros al mando sumó tan solo tres puntos antes de ganar al Málaga en Riazor en la jornada 31. Aquello enterró las opciones de permanencia del equipo en 2018, que ya se encontraba en una situación límite cuando el holandés aterrizó en el banquillo.

Luis César se presentó con más margen tras la destitución en la décima jornada de Anquela, pero su bagaje en siete partidos es de tres empates y cuatro derrotas que han colocado al conjunto blanquiazul en una posición muy incómoda. El Deportivo visitará al Lugo colista, a cinco puntos de la permanencia y necesitado de un triunfo que alivie su situación clasificatoria y al mismo tiempo otorgue un respiro a su técnico después de casi dos meses en el cargo con pocas luces y bastantes sombras.

Apurado por la falta de resultados y tras el tropiezo contra el Extremadura, el técnico claudicó y reconoció abiertamente que necesitaba cambiar casi todo. Ante el Alcorcón modificó el sistema, pero la victoria se resistió una semana más pese a la evolución mostrada por el equipo.

En Lugo mañana Luis César necesita esa victoria que le evite igualar el mal comienzo de Seedorf después de superar otros arranques grises en el banquillo deportivista. Con el empate frente al Alcorcón, el técnico arousano superó las seis jornadas que tardó en ganar Víctor Sánchez del Amo en la temporada 2014-15 con el equipo jugándose la permanencia en Primera División e igualó las siete que tuvo que esperar Juan Arza en el arranque de la 1977-78.

También tuvo un inicio complicado Miguel Ángel Lotina en su cuarto curso al frente del equipo, el 2010-11. La victoria se le resistió hasta la novena jornada, cuando se impuso en Riazor al Espanyol. Hasta entonces solo logró sumar cuatro puntos que anticiparon la complicada temporada que viviría el equipo, culminada con el descenso a Segunda División.

El inicio de temporada de Enrique Orizaola en la 1966-97 tampoco sería sencillo. El primer triunfo se hizo esperar también hasta la novena jornada, cuando el Deportivo ganó al Zaragoza en Riazor. El equipo, sin embargo, no conseguiría despegar y Orizaola sería sustituido por Dagoberto Moll, que no lograría evitar el descenso a Segunda División.

Luis César busca ahora esa reacción necesaria para abandonar las últimas posiciones de la clasificación y estrenar su casillero de victorias con el equipo.