Un regalo de Solana y una certera definición de Bebeto. 21 de marzo de 1996. Aquel día el campeón de la Copa del Rey, el Deportivo, sellaba en La Romareda su pase a semifinales de la Recopa apeando al campeón de la competición, el Zaragoza. Los dos se codeaban con lo más grande de Europa en el inicio de una época dorada que trajo títulos y muchas alegrías a las dos ciudades. 23 años después ya nada es igual para ninguno de los dos, salvo que en el banquillo maño vuelve a estar Víctor Fernández.

Enemigos naturales en un territorio que no es el suyo. Un título de Liga, ocho copas del Rey y más de 100 temporadas entre ambos en Primera pisarán este domingo el césped de Riazor. Se medirán Deportivo y Zaragoza, dos históricos que hasta hace poco hacían sufrir a los grandes. Sus últimos años están llenos de penurias y de coqueteos con la Segunda B. A los dos les ha pesado y les pesa la deuda y un descenso en el momento equivocado que les ha condenado a vivir sobre el alambre en la segunda década del nuevo milenio.

De las 36 veces que el Zaragoza ha visitado Riazor, ya fuese en el Parque de las Esclavas o en el estadio actual entre Manuel Murguía y la avenida de La Habana, solo en cuatro ocasiones el duelo se produjo en Segunda División, la mitad de esos enfrentamientos en los últimos años. Un indicativo. Fruto de la estructuración de la categoría de plata, el equipo coruñés no se encontró con los maños hasta después de ascender a Primera División en 1941. En esos primeros años también les acabaron separando los altibajos de ambos. Solo cinco veces el equipo aragonés pisó A Coruña en las dos siguientes décadas y nunca ganó: cuatro victorias y un empate con goleadas incluidas.

Los años 60 del Dépor ascensor y del Zaragoza de Los Magníficos hacían planear un panorama sombrío para los blanquiazules y así fue. El conjunto maño se dio incluso el lujo de llevarse a una de sus joyas de la cantera coruñesa como Reija, precursor de la figura del carrillero que jugó mundiales y eurocopas con España, y de robarle a futbolistas de sus caladeros cercanos como Marcelino, el ariete que dio a España la Euro 1964. El equipo coruñés lo quiso atar cuando despuntaba en el Racing de Ferrol, los aragoneses habían estado más rápidos. Allí hizo historia y colaboró en los cuatro triunfos visitantes de los 60 con un par de goles decisivos.

Dorados años noventa

Desde entonces volvieron a predominar las alegrías locales en Riazor en este tipo de duelos sobre todo en las dos décadas históricas inauguradas a partir de 1991. Solo los triunfos esporádicos zaragozanos de 1995, 2004 y 2010 quebraron esta tendencia. La historia se seguirá escribiendo este domingo, aunque en un contexto antinatural para dos históricos de la Liga en horas bajas.