No quiere confianzas Víctor Fernández de cara a la cita en Riazor de este domingo (16.00 horas) ante el colista, un Deportivo que suma 17 jornadas sin ganar y que vive el momento más delicado de su historia. "Tenemos que estar en un estado de alerta permanente y con los ojos muy abiertos, porque el partido nos va a exigir lo mejor, no podemos conceder nada y tenemos que dar nuestro mejor nivel y ser ambiciosos para salir a ganar", dijo el técnico del Real Zaragoza, que volvió a repetir la idea de contar con esos ojos bien abiertos y "no podemos ir con relajación", incidió tras la sesión matinal de ayer. Y es que el técnico recalcó que "no jugamos contra el último sino contra el Deportivo, con unas aspiraciones que no tienen nada que ver con su momento delicado. Sabemos cómo están ellos, agobiados y hay allí mucha exigencia y presión porque es un grande que tiene que volver a Primera. En eso coincidimos mucho los dos equipos".

Recordó Víctor que el Deportivo "es un equipo construido para subir, que está viviendo una situación desconocida, con dudas, con pérdida de confianza, pero han mejorado en las últimas jornadas, porque se han mostrado más sólidos y no encajan tanto. Es un equipo herido, golpeado, pero va a buscar la victoria y tiene material humano y deportivo para salir de abajo", agregó el técnico zaragocista. En todo caso, la delicada situación del rival sí posibilita jugar con los tiempos del partido, con las prisas que pueda tener el enemigo. "Si las cosas no van bien se les disparará el sistema nervioso y llega el agobio que no permite que funcionen bien las piernas y la cabeza".

En todo caso, el entrenador del Zaragoza mira a su equipo, porque "llegamos bien de ánimo y de confianza, ofreciendo mejores sensaciones que resultados, pero me quedé muy feliz del encuentro ante el Girona y a ver si somos capaces de trasladarlo a Riazor", dijo el preparador zaragozano, que en ese duelo ante el conjunto catalán y en los anteriores ha visto cómo futbolistas como Álex Blanco o Soro han dado un paso adelante, además de la llegada de Puado. También para este choque recupera a James y Kagawa sigue disponible, aunque ante el Girona se quedó en el banquillo: "En el último partido sabíamos que íbamos a necesitar chicos jóvenes arriba y con piernas y en Riazor podemos requerir de otras cosas. Lo más positivo es que hay ahora más futbolistas que han dado un salto, tengo más con mejor nivel de forma y mejores y mayores prestaciones".

El técnico elogió a Puado, que anotó contra el Girona su primer gol y que será titular en Riazor. "Tiene hambre, ganas de triunfar y sabe que esta es una buena oportunidad en un año complicado para él en el Espanyol. Es rápido, vertical y pisa el área, además de que ha venido con una actitud que suma. Tendrá que serenarse un poco más en su fútbol y conocer más nuestra forma de jugar, pero nos va a dar mucho, porque encaja perfectamente con lo que necesitábamos".

El retorno a Riazor

El partido de mañana marca el regreso de Víctor a Riazor, el último equipo profesional que dirigió el técnico, en la temporada 2014-15, antes de llegar en diciembre pasado al Zaragoza, teniendo en cuenta que estuvo dos años como director de la cantera del Madrid, entre 2015 y 2017. El preparador zaragozano cogió un Deportivo en Primera y estuvo 30 jornadas antes de ser destituido. "Siento dolor y tristeza por la situación que atraviesa porque es un equipo grande y con una masa social numerosa. Dejé amigos y algún futbolista de los que dirigí aún sigue, como Álex Bergantiños. Soy zaragocista y entreno al Zaragoza y deseo ganar. Una vez que haya terminado el partido les deseo que les vaya lo mejor posible, porque además lo merecen", concluyó.