La torpeza fue de un Javi Montero que decidió despejar a córner con el brazo un balón en el área que parecía inocuo, pero el pecado fue de todo un equipo que decidió jugar con fuego toda la segunda parte de un partido que tenía encaminado. Sobre la bocina lo arregló Peru Nolaskoain con un gol que el tiempo dirá cómo de importante es. Por lo pronto sirve para que el Deportivo mantenga un hilo de vida y siga pensando en un milagro que con el empate ni siquiera serviría. Quince puntos en toda la primera vuelta, sin embargo, siguen siendo muy pocos para un equipo que por lo menos ayer se sacudió buena parte de las miserias que le perseguían.

El gol de Nolaskoain sirvió para ganar un partido después de 19 jornadas consecutivas y frenar la peor racha sin victorias en toda la historia del club. El tanto del vasco en el descuento valió también para que Luis César lograse su primer triunfo después de once encuentros al mando y quién sabe si para despedirse con buen sabor de boca a la espera del regreso de Fernando Vázquez al banquillo.

El tanto de Nolaskoain terminó engullendo todo lo ocurrido ayer en Riazor, por el Deportivo por fin pareció un equipo, o al menos ofreció algo de lo que se espera de él. Eso en la primera parte, porque en la segunda se fue deshaciendo conforme pasaban los minutos hasta entregarse a un ejercicio de supervivencia muy arriesgado. Aketxe se acercó al jugador llamado a tener un papel importante, Nolaskoain fue el centrocampista por el que se peleó durante el verano como uno de los prometedores del vivero del Athletic y Vicente recuperó la confianza que le había abandonado.

El partido, sin embargo, terminó atragantándosele a un Deportivo que vivió en el alambre buena parte de la segunda mitad ante un Tenerife tan en los huesos como el conjunto blanquiazul. Le dio vida el equipo de Luis César, replegado de mala manera sobre su propia portería cuando todavía faltaba por disputar media hora.

Ese contexto no parecía el ideal para un equipo inseguro y con pocas certezas como el blanquiazul, que se fue desenchufando hasta que Montero lo dejó al borde del precipicio. Lo rescató Nolaskoain con un gol que sirve para evitar que se caiga y que posiblemente le haga creer que puede salir del agujero en el que se encuentra desde hace ya demasiadas jornadas. Fue un gol salvador en lo deportivo y posiblemente también revitalizador para un grupo de futbolistas que ayer empezó a creer en el milagro.