Al Dépor le sienta bien el barro. El del campo. Frente al Tenerife volvió a ganar después de cuatro meses en un encuentro marcado por el pésimo estado del terreno de juego, impracticable en muchas zonas. Los goles de Christian Santos y Peru Nolaskoain, ambos de cabeza, prenden la mecha de la reacción y encienden una pequeña luz de esperanza antes del parón invernal, con la salvación a seis puntos, a falta de lo que hagan hoy y mañana los demás rivales directos.

Una parte para cada equipo, la primera claramente del Deportivo y la segunda del Tenerife, que poco a poco fue volcando el campo hacia la portería de Dani Giménez hasta empatar en el 90 gracias a un penalti infantil cometido por Montero. Cuando todo parecía perdido, llegó el cabezazo de Peru que vale tres puntos de fe para volver a creer. El Dépor empezó la primera vuelta con una victoria y la acaba igual, ganando para romper por fin la racha de 19 jornadas consecutivas sin vencer.

Luis César plasmó en el campo la revolución que había ensayado en el entrenamiento del jueves en Abegondo, con hasta seis cambios con respecto a la anterior alineación liguera, la del desastre en Ponferrada. Bóveda, Montero, Salva Ruiz, Aketxe, Mollejo y Christian fueron las novedades para el último encuentro del año, marcado por el lamentable estado del césped. Vicandi Garrido, tras varias inspecciones, decidió que había que jugar. Rodó el balón, aunque poco, porque en muchas zonas era casi imposible, sobre todo en el área más próxima a la grada de Maratón, convertida en un auténtico barrizal.

El Dépor salió con una marcha más que el Tenerife, un flojo rival que en la primera parte demostró por qué está luchando también por evitar el descenso. Apenas pisaron campo contrario los insulares, incapaces de sacudirse el claro dominio local. Los de Luis César ganaron casi todas las disputas para poco a poco ir ganando metros a base de empuje y de buenos balones a los espacios, sobre todo para buscar la velocidad de Koné.

Pronto pudo poner el Deportivo el partido de cara, antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora, cuando se encontró con un penalti por mano de Aitor sobre la línea frontal del área. Tras consultar las imágenes del VAR, Vicandi señaló la pena máxima. El exdeportivista Ortolá adivinó por dónde iba a lanzar Aketxe y evitó el 1-0 con una buena estirada para desviar el blando lanzamiento del vasco. Vuelta a empezar para el Deportivo, que no bajó los brazos ni la intensidad y poco después encontró el justo premio a su dominio con un gran centro de Koné y un extraordinario cabezazo de Christian.

El Tenerife seguía sin dar señales de vida ante un Dépor que no se conformó con adelantarse en el marcador por primera vez en la era Luis César. Quiso más y siguió cargando con insistencia para obligar a los chicharreros a vivir casi permanentemente en campo propio. Aketxe, con un lanzamiento de falta desviado, y Vicente, con otro disparo lejano que no encontró portería, culminaron las mejores aproximaciones coruñesas hasta el descanso.

Tras la reanudación los papeles se intercambiaron y el Tenerife pasó de dominado a dominador ante un Dépor muy cansado. Dani Giménez evitó el empate con dos grandes intervenciones a remates de Malbasic y Elliot. Dani Gómez y Bermejo acariciaron el gol poco antes de la mano infantil de Montero. Suso no perdonó desde los once metros (m.90) y su tanto condenaba a los blanquiazules a acabar el año con una nueva decepción, pero Nolaskoain, en el 95, decidió con otro cabezazo de fe. El Dépor sigue en el barro, colista con 15 puntos, pero al fin frenó su larga caída, demostró que aún está vivo y volvió a ganar.