A la undécima fue la vencida para un Luis César Sampedro que podría despedirse del banquillo deportivista con una victoria que se le ha resistido ante la más que posible llegada de Fernando Vázquez. El entrenador blanquiazul, sin embargo, no quiso referirse a su futuro tras el triunfo de ayer contra el Tenerife y se centró en la importancia del resultado logrado por sus jugadores para mantener viva la posibilidad de esquivar el descenso. "Parecía que íbamos a tener un final infeliz, como los de siempre, pero creo que la dinámica ha cambiado. Hemos ganado un partido, nos hemos puesto por delante y hoy hemos marcado un gol a balón parado por primera vez desde que estoy aquí", resumió el técnico arousano. "Creo que ha prendido la llama y lo que hay que hacer es que este equipo continúe con la senda de los buenos resultados", añadió.

Está por ver todavía si será Luis César quien continúe al mando o si bien se busca un recambio para pilotar la escalada en la clasificación. "No lo sé, no depende de mí", respondió cuando se le cuestionó sobre su futuro. "No sé si voy a continuar o no. Les deseé felices fiestas a todos y es lo único que puedo decir", apuntó.

El técnico también analizó su primera victoria al mando del equipo y las circunstancias en las que se produjo. Luis César reconoció que el rendimiento decayó en la segunda mitad después de un primer acto notable. La primera parte merecíamos tener casi sentenciado el partido y en la segunda parte el equipo se me fue cayendo. La primera línea de presión ya no era la misma. Nos fuimos desenganchando las líneas", razonó.

El entrenador deportivista lo explicó debido a las condiciones que presentaba ayer el césped de Riazor y a la cercanía del partido disputado el martes contra el Illueca en la Copa del Rey. "Un ser humano, en deporte de alta competición, en 72 horas no está totalmente recuperado y más en este campo", argumentó. Luis César, sin embargo, desveló que su idea era hacer pocos cambios con respecto al martes. "Este equipo necesitaba ganar en Copa, teníamos que ir allí para intentar ganar. Era muy importante porque si no ganamos en Illueca hoy (por ayer) no ganamos", manifestó.

El técnico blanquiazul se mostró al mismo tiempo comprensivo con la pobre entrada que se registró ayer en Riazor, algo más de 8.000 espectadores que la convirtieron en la peor de todo el curso. "Es normal. La gente no está a gusto con lo que ve y nos castiga. La situación del equipo no invita a venir a Riazor", dijo.