Luis César Sampedro ya es historia del banquillo del Deportivo. El entrenador arousano fue despedido ayer por el nuevo consejo de administración que dirige la candidatura de Fernando Vidal a la presidencia tras un breve paso que no ha llegado a los tres meses y marcado por unos resultados decepcionantes. Como sustituto asoma Fernando Vázquez (Castrofeito, 1954), que afrontaría así su segunda etapa en el club después dirigir al equipo en el tramo final de la temporada 2012-13 y en la 2013-14.

A falta del acuerdo definitivo, y que ayer al cierre de esta edición aún no se había producido, Vázquez es el elegido por Vidal para heredar un puesto en el que se han sucedido un total de diez entrenadores desde que él fuera despedido en junio de 2014 después de lograr el ascenso.

Luis César ha sido el último, cesado ayer por la directiva de transición que comanda Juan Antonio Armenteros hasta la junta de accionistas del mes que viene tras la renuncia de Paco Zas y sus consejeros.

El técnico arousano se marcha con un pobre balance y sin haber conseguido encauzar la delicada situación del equipo blanquiazul desde el arranque de la temporada y engullido por la vorágine de destituciones en el banquillo que arrancó precisamente cuando Vázquez fue despedido por la junta que encabezaba entonces Tino Fernández y en la que figuraba como consejero de la parcela deportiva Fernando Vidal.

Desde aquello han pasado algo más de cinco años y por el banquillo han pasado diez técnicos: Víctor Fernández, Víctor Sánchez del Amo, Gaizka Garitano, Pepe Mel, Cristóbal Parralo, Clarence Seedorf, Natxo González, José Luis Martí, Juan Antonio Anquela y Luis César Sampedro.

La primera tarea de Fernando Vázquez consistirá en darle la vuelta a la delicada situación en la que asumirá el cargo, parecida a la que ya tuvo que afrontar en la temporada 2012-13 con un Deportivo prácticamente desahuciado y con el que rozó la permanencia. Por aquel entonces, el técnico cogió al equipo colista a seis puntos de la salvación y tuvo opciones de salvarse hasta la última jornada del campeonato.

Seis años después asume el mando con el conjunto blanquiazul también en la última posición y a siete de la decimoctava plaza que marca el descenso de categoría a Segunda División B tras el paso ya de dos entrenadores por el banquillo.

Luis César, del que cogerá el testigo, no fue capaz de corregir el mal inicio de temporada que firmó Juan Antonio Anquela, destituido en la décima jornada. Ocho puntos sumó el jienense antes de la llegada del arousano, que con un partido más no mejoró sus números en Liga. Tan solo una victoria, además de la que consiguió en la primera ronda de la Copa del Rey contra el Illueca, y siete puntos contabilizó el que fue una apuesta personal del ya expresidente Paco Zas.

Se marchó el dirigente y con él también un Luis César al que acorralaron los números. Ni siquiera le salvó el triunfo de la semana pasada contra el Tenerife con el que el equipo puso punto y final a una racha de partidos sin ganar (19) que ya figura como la más prolongada en toda la historia del club. El propio Luis César se convirtió en el técnico al que más le ha costado conseguir su primera victoria en Liga. Hasta el undécimo partido no llegó.

Su etapa al frente del equipo, una oportunidad que había ansiado durante años, se cierra después de varios intentos de revivir a una plantilla muy castigada por los malos resultados. Al principio siguió una línea continuista con su antecesor y después dio un volantazo con un cambio de sistema que tampoco funcionó. Ya no se sabrá si había dado con la tecla tras ganar al Tenerife.