El Dépor no se salvará solo. Necesita más que nunca a su afición y a eso apela Fernando Vázquez, a repoblar Riazor para llevar en volandas al equipo hacia la permanencia en Segunda, un objetivo de extrema dificultad, pero "posible". Para eso vuelve el de Castrofeito, dispuesto a poner "todo" de su parte por reflotar al equipo coruñés, colista a siete puntos de la salvación. "Vengo aquí a intentar lo que es posible, por muy imposible que pueda parecer. Se necesitarían muchas cosas para que la situación sea reversible. Está claro que tenemos que asumir en algún momento que el peligro está ahí y creo que la afición tendrá que dar un paso adelante para que nos pueda ayudar", afirmó en su presentación como técnico blanquiazul. En el último encuentro del año, frente al Tenerife, solo 8.457 aficionados asistieron en Riazor a la segunda victoria de la temporada del Deportivo, un club que cerró la semana pasada con 23.250 socios. A "esa gente que no esta viniendo al estadio" apela Vázquez para que, "por favor", se de cuenta de que el equipo la necesita: "Para que el Deportivo pueda sobrevivir, me gustaría ver el estadio lleno. En los momentos de más necesidad es cuando más tienes que demostrar realmente que estás con lo que quieres".

El presidente de transición del Deportivo, Juan Antonio Armenteros, arropó en el acto público a Fernando Vázquez, el técnico que "queríamos tanto el consejo como toda la afición", aseguró el líder del club durante la presentación del de Castrofeito en Abegondo. También asistieron el consejero José Luis Queijeiro y el empresario Juan Carlos Rodríguez Cebrián, así como el representante del entrenador gallego, Eugenio Botas.

Vázquez lanzó un mensaje cargado de esperanza, pero también de realismo. "Voy a poner toda mi ilusión, todo lo que sé y dar lo que tengo para que el Deportivo se quede en Segunda, pero también hay que contemplar la posibilidad de que no sea así. Mientras matemáticamente sea posible, lo más razonable es que la gente venga ahora más que cuando el equipo estaba en una situación cómoda en Primera", recalcó para movilizar a los aficionados.

En su anterior etapa en el Dépor vivió una "situación parecida, cambiando de categoría, de grupo de trabajo y de equipo" y estuvo a punto de lograr la permanencia en Primera. Ahora espera conseguir ese objetivo en Segunda. "No pienso en negativo. Pienso que sí que se puede, que es posible. Se hizo pocas veces, pero ya se hizo y, por lo tanto, es posible. Vengo a trabajar, a darle intensidad al trabajo de los jugadores y a intentarlo", prometió. "No quiero que me vean como un mago que hace cosas mágicas. No vengo como plan B o como red de seguridad. Vengo como entrenador", puntualizó el veterano técnico.

En 2013 casi salva al equipo de caer a Segunda y ahora, seis años después y una categoría más abajo, afronta un reto que "no tiene por qué ser más difícil" que aquel. "En Primera hay equipos contra los que parece imposible pelear. En Segunda puedes perder con cualquiera pero también ganar a cualquiera. Que le pase esto al Deportivo nos duele, pero que era posible, es cierto. No creo que los jugadores tengan el nivel que demuestra el equipo", añadió.

El anuncio oficial de su regreso se demoró más de lo previsto por "pequeñas tonterías" pero desde el primer momento tuvo claro que "quería volver". "Siempre lo dije y estaba convencido de que en algún momento volvería, no sabía cuando", confesó Vázquez, que firma por dos temporadas y media. La próxima campaña seguirá en el Dépor aun en caso de bajar a Segunda B y la tercera estará condicionada a lograr un ascenso, bien de Segunda B a Segunda, o de Segunda a Primera.

Con Pombo y Manu Sotelo

Vázquez vuelve con el preparador físico Manuel Pombo, que ya estuvo ayer con él en Abegondo. Cuenta también con el regreso de Manu Sotelo, pendiente de resolver un "problema burocrático", lo que supondrá la salida de Yván Castillo como preparador de porteros. Además, deja abierta la posibilidad de completar el nuevo staff con un segundo entrenador.