Un club nuevo, un club con poderío para fichar. El Dépor anunció ayer un acuerdo con Abanca, que hasta ahora era solo su principal acreedor y con el que ha firmado un crédito participativo de entorno a seis millones, que le permitirá incrementar ya un millón su tope salarial en este mercado de invierno, tal y como apuntó LA OPINIÓN el 29 de diciembre, y que cambiará de manera profunda el mapa accionarial del Dépor. La entidad financiera, que dará datos del acuerdo la próxima semana, se convertirá en un futuro cercano en el máximo accionista del club, según las palabras de Fernando Vidal en la junta de accionista del pasado diciembre, cuando capitalice ese dinero prestado en una futura ampliación de capital, que debe ser aprobada en junta.

Este pacto en el que llevan trabajando semanas fue el que aupó de una manera casi definitiva al equipo del exconsejero con Tino Fernández a la presidencia, aunque el proceso electoral sigue abierto hasta el 14 de enero. Tras la renuncia de Zas al desmarcarse de estas decisiones, la firma llegó ayer de la mano de José Antonio Armenteros y su consejo interino, con el futuro presidente fuera del país. Este entendimiento tiene una consecuencia más inmediata, el mayor músculo para entrar en el mercado, y otra de mayor calado que se materializará a medio plazo, el adiós definitivo al famoso "capitalismo popular" que había sido bandera de este club desde su conversión en SAD en 1992.

La inyección económica despeja desde ya el camino al Dépor para revolucionar su plantilla. El club afirma tener el ok de LaLiga para aumentar su masa salarial a través de esta vía, a pesar de las reticencias en los últimos tiempos de los supervisores financieros de la patronal a aumentar los límites a través de créditos participativos. El Dépor es ahora el sexto en el ranking de Segunda con 11,35 millones y es probable que suba algún peldaño en esta clasificación a la espera de los movimientos del resto de equipos. Fernando Vázquez y Emre Çolak fueron los primeros en llegar y se espera que haya más movimientos en las próximas horas con especial predilección por la incorporación de exjugadores como Celso Borges.

El Dépor ha hecho pública también su intención de explicar "los términos del acuerdo la próxima semana en A Coruña" y "hasta ese momento ninguna de las partes dará ningún dato ni realizará ninguna valoración". Uno de los puntos de interés de esa comparencia serán los detalles a exponer que darán una idea más aproximada de hasta qué punto ha cambiado la filosofía de club.

"Soy un romántico de esto y de ese capitalismo popular en el que todo el mundo es partícipe, lo que pasa es que esto va de dinero y tenemos un capital social de 10 millones con una deuda de cerca de 90. Eso es inviable", contextualizó Fernando Vidal en la pasada junta de accionista en la que dio un paso al frente de la mano de Juan Carlos Rodríguez Cebrián y Abanca y ante la salida del consejo de Paco Zas y la amenaza de descenso a Segunda B.

Este crédito participativo garantiza la viabilidad, incluso en la categoría de bronce, según el futuro presidente, y acabará convirtiendo a la entidad financiera en máximo accionista del Dépor, dándole un peso en las decisiones que no ha tenido hasta ahora ni siquiera Estrella Galicia, quien más había invertido en la entidad tanto en la conversión en SAD como en las sucesivas ampliaciones de capital. La supresión en 2007 del tope máximo del 1% para cada accionista, el mayor proceso concursal de la historia del fútbol español en 2014 y la ampliación de capital y la firma del crédito con Abanca en 2017 ante la amenaza de la Agencia Tributaria fueron los sucesivos pasos dados en el alambre y que precedieron a la firma de hoy, que supone esa zancada definitiva.